Ya era tiempo:
Tal como sucede en muchos lugares del Perú y el mundo, también en Chimbote las faltas más desleales que empañan al fútbol profesional o amateur, no son las que se producen dentro del campo de juego sino fuera de él. Prueba de ello es lo que viene sucediendo desde hace ya buen tiempo en los predios del club José Gálvez, el denominado Club del Pueblo,
A través de una carta notarial, los dirigentes del Club José Gálvez FBC, la institución histórica fundada en la década de 1950, han solicitado a los representantes de dos equipos de fútbol, que también se hacen llamar José Gálvez, que cesen inmediatamente de seguir utilizando en forma indebida dicha denominación. Conforme argumentan los directivos de la legítima institución galvista, esta denominación se encuentra registrada a su favor ante la Dirección de Signos Distintivos de INDECOPI, lo que no deja lugar a ninguna duda con relación a su legitimidad. Al César, lo que es del César.
El club José Gálvez FBC, fundado en 1951 con el nombre inicial de Manuel Rivera Sánchez, es el mismo que en 1971 llevó por primera vez a Chimbote al fútbol profesional descentralizado, hazaña que volvió a obtener hasta en dos oportunidades posteriores. Luego de la última de estas oportunidades, y tras no poder pagar la deuda contraída con algunos ex futbolistas, el club José Gálvez FBC fue sancionado por la Federación Peruana de Fútbol con la prohibición de participar en todo certamen oficial.
Sin embargo, lejos de mantener su lealtad con la institución, algunos ex dirigentes y también ex futbolistas, no han dudaron un instante en hacer leña de árbol caído. Valiéndose de algunas artimañas y vacíos legales, han “fundado” otros dos clubes que utilizan no solamente la denominación de José Gálvez sino también la misma camiseta. Mientras uno de ellos se hace llamar José Gálvez Chimbote FC, el otro se presenta con el nombre de José Gálvez FC Chimbote. La misma chola.
Lo más desconcertante de todo esto es que, tanto la Liga Distrital de Fútbol de Chimbote como la Liga Departamental de Fútbol de Ancash, que conocen la historia al revés y al derecho, han “reconocido” a las dos instituciones suplantadoras y les permiten participar con la referida denominación en toda competencia oficial. No es el futbol lo que interesa, sino el negocio. Mientras uno de ellos participa actualmente en la etapa provincial de la Copa Perú, el otro lo hace en la Liga Distrital, aunque sin haber logrado cupo en la etapa provincial. En tanto esto suceda ante la vista y paciencia de dirigentes y de las mal llamadas autoridades deportivas, poco o nada bueno puede esperarse del fútbol chimbotano.
En paralelo con la carta aclaratoria enviada a las instituciones usurpadoras, los directivos del legítimo José Gálvez FBC han conseguido dar un paso adelante su empeño de lograr el retorno al fútbol oficial. Como no podía ser de otra manera, han llegado a un acuerdo de pago con los ex futbolistas acreedores, hecho que de acuerdo con el reglamento de la Federación, conlleva el levantamiento de la sanción impuesta por esta institución.
El solo hecho de haberle sacado tarjeta roja a las falsas instituciones galvistas, ya es un gran paso para restablecer el orden y la credibilidad en el alicaído fútbol chimbotano. El retorno del legítimo José Gálvez al fútbol oficial, es una deuda con Chimbote.