Toda persona tiene derecho a las libertades de información, opinión y expresión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimentos algunos, bajo las responsabilidades de ley. Este derecho inalienable está consagrado en el Artículo2°, Inciso 4°, de la Constitución Política del Perú.
Basado en este principio constitucional, el Código Penal tipifica como delitos de información y opinión el hecho de faltar a la verdad, levantar falsos testimonios y ofender el honor y la dignidad de las personas e instituciones. Todo esto lo tenemos muy bien presente quienes a diario no solamente brindamos información y opinión sino también nos vemos en la imperiosa necesidad de salir en defensa de este derecho constitucional. La libertad de expresión es la madre de las demás libertades.
Solo en los regímenes dictatoriales y totalitarios está prohibida la libertad de expresión y opinión. Ahí, todos tienen que creer al pie de la letra lo que dice el gobierno y cualquiera que se atreva a opinar en contra , termina en la cárcel o desaparecido. Eso sucede no solo en Rusia y Corea del Norte sino también en Cuba, Nicaragua y Venezuela, con los resultados políticos, sociales y económicos que a todo el mundo consternan.
Hemos acudido a esta reflexión a raíz de una carta notarial que nos ha remitido la congresista ancashina Kelly Portalatino Ávalos, del partido Perú Libre, en la que exige al Diario de Chimbote “retractarse” por lo términos de una nota de opinión publicada en nuestra edición del 27 de junio. En la referida nota cuestionamos la presencia de la parlamentaria en una reunión promovida por los invasores del proyecto Chinecas que se hacen llamar agroexportadores. Éstos, como sabemos, ocupan terrenos de 50, 100 y 600 hectáreas y quieren a toda costa que el Congreso de la República apruebe una ley que les permita seguir en posesión de las tierras, bajo las condiciones que ellos mismos plantean.
Entendemos que el contenido de nuestro artículo de opinión ha causado incomodidad a la parlamentaria, pero de ninguna manera hemos faltado a la verdad ni mucho menos hemos pretendido afectar su honor y buena reputación, como equivocadamente afirma. Todo lo que hemos dicho ahí, es cierto. La parlamentaria asistió a la mencionada reunión acompañada de otros dos congresistas de su bancada, quienes nada tienen que ver directamente con el proceso de formalización de las tierras de Chinecas.