Editorial

…y se hizo realidad

PTAR II:

Como tiene que ser. La puesta en ejecución de un megaproyecto de saneamiento urbano valorizado en 680 millones de soles, el mismo que ha requerido  una gestión previa  de alrededor de diez  años y que está llamado a elevar la calidad de vida de medio millón de habitantes,  necesariamente ha debido seguir uno por uno, y en el orden establecido, los pasos del debido proceso. Obviamente nos estamos refiriendo al proyecto Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de los distritos de Chimbote y Nuevo Chimbote, conocido como PTAR II.

Ante los resultados que ahora son motivo de aprobación general, es justo destacar la importancia  que tiene para el referido proyecto el haber seguido al pie de la letra este proceso. Con mayor razón  si se tiene en cuenta que la ejecución del PTAR II está  garantizada por un convenio de cooperación internacional celebrado entre los gobiernos de Perú y Alemania.

En una ceremonia realizada hace dos días en el auditorio de la Uladech, y en lo que se ha considerado como un hecho histórico para Chimbote, tuvo lugar el lanzamiento oficial del proyecto  por parte de la empresa consultora  alemana Fichtner & Water Transportation. Esta será la empresa que tendrá a su cargo la elaboración de los términos de referencia, documentos que a su vez  servirán de base para la licitación internacional que determinara a la empresa que ejecutara la elaboración del expediente técnico y las obras civiles. Una vez elaborado y aprobado el expediente, en noviembre del 2025 se procederá al inicio de las obras civiles, las mismas que deberán concluir el 2028. Todo a su debido tiempo.

Como se recuerda, hace ya dos años, en diciembre  del 2022, el PTAR II obtuvo el requisito previo e indispensable de la viabilidad, gestión que fue fruto de una voluntad política, la verdad,  pocas veces concertada en el escenario nacional. En esta concertación de voluntades participaron el Congreso de la República,  la presidencia del Consejo de Ministros,  los ministerios de Vivienda,  Economía y Finanzas y Relaciones Exteriores, así como la agencia  Proinversión. Con la obtención de la viabilidad,  por fin fue posible  la suscripción del convenio de cooperación para el financiamiento del P-TAR II entre el gobierno peruano y el Banco de Desarrollo de Alemania KFW. Ya nada ponía oponerse a la ejecución del proyecto.

Ante este escenario, las gestiones a favor del PTAR II en el ámbito local tuvieron que acelerar el paso y marchar al  mismo ritmo. Mientras  SedaChimbote puso a disposición del proyecto toda la información requerida, la municipalidad provincial del Santa inició el trabajo de saneamiento físico y legal de los terrenos donde se ejecutará el proyecto. De acuerdo con lo anunciado por el alcalde provincial, este trabajo está a punto de concluir.

Salvando eufemismos y medias tintas,  creemos que no está demás precisar que PTAR II será para la población de Chimbote y Nuevo Chimbote lo que el sistema digestivo y excretor es para todo ser humano. Un sistema de vital de cuyo buen funcionamiento depende la salud de todo el organismo.

Con una planta de tratamiento de última generación, una red de 36 kilómetros de colectores, plantas de bombeo y un emisor submarino, entre otras instalaciones, el PTAR II, como sucede en otros países del mundo, convertirá  las aguas residuales en aguas para uso agrícola, riego de áreas verdes  e incluso para determinadas actividades industriales.

Pero hay algo tanto o más importante que eso. Después de cincuenta años, el PTAR II pondrá fin al vertimiento directo  de aguas negras en la bahía  El Ferrol,  que tanto daño han ocasionado al ecosistema y a la salud del medio ambiente. En la medida que se logre descontaminar la bahía, el sueño de un Chimbote saludable estaría a punto de hacerse realidad.