Por: Fernando Zambrano Ortiz
Analista Político
Con posterioridad al 12 de julio, se ha podido tener una visión más clara – aunque todavía temprana – sobre los potenciales candidatos presidenciales para las elecciones de 2026. Este panorama brinda pistas sobre los perfiles políticos que competirán y la probable conformación del próximo Congreso Bicameral.
Por un lado, Fuerza Popular, partido de centro-derecha, tendría como potencial candidato a su líder histórico Alberto Fujimori. En la misma plancha estaría su lideresa Keiko Fujimori, según lo ha anunciado.
En el extremo opuesto, se perfila la candidatura de Antauro Humala, líder del partido ANTAURO, conocido por su exaltación de la identidad andina, el antichilenismo radical y el ultranacionalismo. Antauro Humala fue condenado por el asesinato de policías durante el “Andahuaylazo”.
Otros posibles candidatos serían César Acuña por Alianza para el Progreso, Waldemar Cerrón por Perú Libre, y Alejandro Muñante por Renovación Popular. En el caso de Renovación Popular es poco probable que postule su líder y actual alcalde de Lima, Rafael López de Aliaga. En Podemos Perú, el líder José Luna enfrenta un proceso judicial que condiciona su candidatura.
Luego tenemos a partidos tradicionales que vuelven al ruedo político luego de haber logrado inscribir a sus organizaciones políticas. Es el caso del Partido Aprista – en el que la candidatura presidencial no está definida – que luego de su inscripción tendrá que pasar por un proceso de reconstrucción de sus bases. También encontramos en este espacio al Partido Popular Cristiano, que se encuentra en el mismo proceso de reconstrucción de bases. En ambos casos no se cuenta con liderazgos definidos.
Además, aparecen los candidatos hasta hace unos días sin partido, pero que han sido captados por algunos partidos políticos. Es el caso de Carlos Añaños y Hernando de Soto, que durante los últimos meses han estado intentando ingresar a algún partido político. Sobre ellos recaerá la responsabilidad de arrastre que consigan para lograr curules para sus partidos en el nuevo Congreso Bicameral.
Estos candidatos podrían captar el voto “uoutsider”. Aunque algunos los ubican como candidatos de derecha o centro derecha, el historial de ambos candidatos los ubica más cerca de la centro izquierda y el progresismo, aunque en distintas tiendas políticas.
Sin embargo, debido a la polarización política, propia de países en los que dos partidos y líderes dividen mayoritariamente las preferencias electorales, se puede prever – y así lo muestran las encuestas – que la segunda vuelta podría enfrentar Fuerza Popular y un grupo antagónico como ANTAURO.
En este supuesto, la segunda vuelta podría enfrentar al candidato de Fuerza Popular, Alberto Fujimori, contra Antauro Humala. Esto refleja una división en la sociedad peruana entre la sostenibilidad del modelo de la Constitución de 1993 y un cambio radical de corte ultranacionalista.
Esta proyección mantiene la polarización política que se evidenció en la elección de 2021, cuando la disputa en segunda vuelta fue entre Keiko Fujimori (centro-derecha) y Pedro Castillo (izquierda). En aquella oportunidad la lideresa de Fuerza Popular Keiko Fujimori llegó por tercera vez a segunda vuelta.
La presencia de dos candidatos presidenciales con posiciones políticas e ideológicas claramente definidas, como son Fuerza Popular y ANTAURO, desvanece las posibilidades de llegar a Palacio de la mayoría de partidos políticos en carrera, de los que la población desconoce su identidad ideológica o política, en inclusive en la mayoría de los casos no identifica a sus líderes.
El alto nivel de inseguridad y pobreza por los que atraviesa el país favorecen a Alberto Fujimori, cuyo gobierno es percibido como aquel que acabó con el terrorismo con autoridad y decisión política, así como mejoró las condiciones económicas del campo y la ciudad.
Por otro lado, en un escenario electoral con alta fragmentación en el sistema de partidos – más de treinta partidos políticos en carrera – es probable que los candidatos que lleguen a la segunda vuelta lo hagan con porcentajes alrededor del 10%. Asimismo, se estima que menos de diez partidos lograrán superar la valla electoral. Esto preocupa a los nuevos partidos que cuestionan la polarización, pues en ese escenario sus posibilidades de éxito electoral son escasas.
En resumen, aunque falta aún año y medio para las elecciones 2026, podríamos enfrentar unas elecciones polarizadas, como históricamente ha ocurrido en el país, llevando a una confrontación política entre el fujimorismo y el radicalismo de Antauro Humala; cuya definición en segunda vuelta tendría que recaer en manos de los partidos políticos que no lleguen a segunda vuelta.