Editorial

Que las utilidades sean bien utilizadas

Feria del Vivero:

A 980 mil soles, prácticamente un millón, ascienden las utilidades que ha obtenido la Diócesis de Chimbote con la realización de la feria del Vivero Forestal San Pedrito 2024; pues así lo ha informado en conferencia de prensa el  máximo representante de la Iglesia Católica en esta jurisdicción, monseñor Ángel Ernesto Zapata Bances.

Desde hace ya catorce años, cuando la Diócesis de Chimbote asumió íntegramente la organización y realización de este evento de multitudinaria concurrencia, cabe resaltar que esta es la primera vez que la institución eclesiástica hace de conocimiento público los resultados económicos obtenidos en el marco de esta actividad. Se trata de un balance que, desde el punto de vista comercial, no deja de ser bastante halagador.  Claro está que la Diócesis de Chimbote no está sujeta a la obligación legal ni administrativa de  rendir cuentas  al detalle de las actividades económicas y sociales que realiza, salvo ante las instancias superiores de la propia iglesia católica.

Eso, desde luego, no le impide que por propia iniciativa y en un gesto de loable transparencia, se haya dirigido no solo a su feligresía sino  a toda la población en general,  para poner las cosas en claro; algo que, repetimos,  es la primera vez que se realiza y es digno de todo reconocimiento.

Pero aún así, existe algo que tampoco puede dejar de mencionarse. Los resultados de la feria del Vivero y de otras actividades se  que realizan como parte de la  fiesta patronal de San Pedrito, declarada Patrimonio Cultural de la Nación, tienen  mucho que ver con  el respaldo jurídico de la Ley 16597, que institucionaliza esta celebración. En su artículo 3°, la mencionada norma legal precisa textualmente que  “los espectáculos públicos auspiciados y organizados  por el Concejo Provincial del Santa y el Club de Leones de Chimbote, durante la Semanas Cívica de Chimbote, estarán exonerados del pago de impuestos”.

No obstante la benevolencia de estos resultados, consideramos que no se puede pasar por alto lo que podría considerarse un llamado a la reflexión.  Decimos esto porque, en cuanto a cuidado y mantenimiento, el Vivero Forestal está muy lejos de ser un fiel reflejo de las utilidades que genera no solo durante la feria de San Pedrito sino a lo largo de los 360 días del año.

La mayólica de los pisos y sanitarios de la piscina, es la misma que hace 57 años  colocó la Corporación Peruana del Santa. Todas están resquebrajadas y son un verdadero criadero de hongos. El Tren del Bosque, el deleite del público de todas las edades, yace malogrado desde hace ya buen tiempo. Y, lo que es peor, la tala indiscriminada de árboles, que se realiza para dar paso a juegos supuestamente recreacionales, no tiene cuándo parar. Muy a pesar de Chimbote, el Vivero Forestal es ahora un bosque deforestado.

Si todo esto se ha dejado pasar a lo largo de los últimos catorce años, es de esperar que las cuantiosas utilidades que genera este centro recreacional esta vez sean bien utilizadas.