Av. Costanera:
El 29 de enero del 2023, mientras se encontraba en plena ejecución, la obra de la avenida Costanera ocupó los primeros titulares de la prensa local y nacional. Pero no fue para resaltar su avance ni sus bondades, sino para dar a conocer la alarma que causó en la población. Esa madrugada, esta publicitada obra, valorizada en 20 millones de soles, empezó a derrumbarse en forma estrepitosa e incontenible, pero no por causas ajenas e imprevistas, sino por efecto de su propio peso.
No fueron solamente fallas garrafales de diseño estructural, ni asimismo la mala calidad del material utilizado, lo que provocaron este desastroso siniestro de gestión e inversión pública. Hubo algo adicional tanto o más imperdonable que eso. Quienes tuvieron a su cargo la elaboración del expediente técnico y quienes tuvieron la ligereza de aprobar este documento sin siquiera evaluarlo profesionalmente, no se preocuparon en considerar para nada una exigencia que es básica e impajaritable en obras de esta contextura.
Por absurdo que parezca, la avenida Costanera, iniciada durante la gestión del ex alcalde Roberto Briceño, se estaba ejecutando en forma imprudente, por decir lo menos, ya que no se había construido previamente un enrocado, como es requisito elemental en toda obra que se construye a la orilla del mar. Tal como fue concebida y conforme se estaba ejecutando, la millonaria obra era un desafío no solo a los cánones de la ingeniería sino también a las leyes de la naturaleza. Y así quedó demostrado aquel 29 de enero.
Desde entonces, ha transcurrido año y medio del desastre y la avenida Costanera, aún a medio ejecutar, continúa cayéndose a pedazos, lo que hace imposible que, por ahora y en tales condiciones, se pueda hablar de un reinicio inmediato. Detrás de todo esto hay mucho pan qué rebanar, empezando por la irremplazable colocación de un enrocado que incomprensiblemente fue menospreciado por la gestión del ex alcalde Roberto Briceño.
Recién el jueves de la semana pasada, el alcalde Luis Gamarra Alor ha dado a conocer que ya se eligió a la empresa contratista que tendrá a su cargo la colocación de esta obra de protección costera y que solamente se está a la espera de obtener la autorización de la Marina de Guerra para proceder a ejecutarla. Por el momento se desconoce a cuánto más ascenderá el presupuesto de la obra y qué tiempo más tendrá que esperar el pueblo de Chimbote para disfrutar de ella. Sin embargo, el solo hecho de saber que la avenida Costanera dejará de seguir derrumbándose, ya es una noticia que da tranquilidad.