Editorial

Nadie sabe para quién trabaja

Pesca:

La captura de 2.4 millones de toneladas de anchoveta registrada en la primera temporada del 2024, equivale nada menos que al 98.21 % de la cuota asignada para el presente año, prácticamente el 100 por ciento. Siendo así, cabe deducir que con la captura lograda en la primera temporada, ya no hace falta la segunda.

Como lo ha adelantado el vice ministro de Pesca, Eloy Barrantes, en términos monetarios eso indica que al cierre del presente año las exportaciones de harina y aceite de pescado ascenderán a 2 mil 360 millones de dólares. Cifra que a su vez representa un  incremento del 104%, el doble,  con relación al volumen de las exportaciones registradas  el año 2023. Como en los  buenos tiempos.

En lo que a Chimbote respecta, esta bonanza nos enfrenta a un panorama de por si inquietante. Como lo demandan los  estándares del comercio internacional, estas exportaciones deben sujetarse a normas estrictas de control y calidad, que comienzan por el uso de contenedores. Lo que su vez exige un sistema  de embarque, que aquí no lo tenemos.

El terminal portuario de Chimbote, administrado por el gobierno regional de Ancash, está completamente desfasado y detenido en tiempo,  lo que obliga a los exportadores locales a tener que realizar sus embarques por otros puertos, menos por Chimbote.

A ver si esto sirve de aliciente para que  Proinversión  acelere las gestiones que viene llevando a cabo para concesionar la modernización del puerto. De no ser así, toda la vida las exportaciones de Chimbote tendrán que embarcarse por otros puertos. Cierto: nadie sabe para quién trabaja.

Por fin se acordaron del Instituto Salazar Romero

Para una institución  educativa cuya infraestructura   ha sobrepasado  el medio siglo de antigüedad sin haber recibido los beneficios del más mínimo mantenimiento, el solo  anuncio de haberse destinado 5 millones de soles para elaborar el expediente técnico para la ejecución de una nueva infraestructura, no deja de ser motivo  de justa y enorme expectativa.

Y eso es precisamente lo que está sucediendo al interior de la comunidad educativa del Instituto Tecnológico Carlos Salazar Romero,  cuyo director, el Ing. Benigno Miñano Calderón, ha informado que el ministerio de Educación ha transferido al gobierno regional de Ancash esta importante suma de dinero para que contrate la elaboración del referido expediente técnico.

Anuncio que, por supuesto, exige hacer un deslinde y establecer una necesaria diferencia. Los últimos expedientes técnicos que la contratado y aprobado el gobierno regional, han estado plagados de serias observaciones que han tardado más de dos años en levantarse, entre ellos el del colegio Politécnico.

Nadie desea que esto mismo suceda con el Instituto Carlos Salazar Romero, de cuya deteriorada infraestructura   por fin se han acordado.