La Organización Mundial para la Alimentación y Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) felicitó al Perú por las mejoras implementadas en los últimos años en la gestión de su pesquería de anchoveta, la más grande en términos de volumen a nivel mundial.
Manuel Barange, director de Pesca y Acuicultura de dicha institución, destacó el progreso mostrado por nuestro país en el manejo pesquero de la anchoveta, que se utiliza principalmente para el consumo humano indirecto (CHI) a través de la elaboración de harina y aceite de pescado.
“Estamos muy contentos de ver cómo la gestión de la anchoveta en Perú sigue mejorando, pues es una gestión muy dinámica y que tiene la capacidad de cerrar la pesquería casi de un día para otro”, subrayó Barange.
La pesquería peruana de anchoveta, destinada para consumo humano indirecto, cuenta con un sistema de cierre temporal de las faenas de pesca establecido por el Ministerio de la Producción (Produce) cuando las propias embarcaciones industriales reportan la presencia de ejemplares de tallas menores a la mínima legal, los cuales son pescados incidentalmente en determinadas zonas, de modo que la flota se traslada a otros espacios del litoral en busca de pesca en tallas adecuadas.
“Esta dinámica se toma frente a diversos factores medioambientales y calidad de la población de peces. Y esa respuesta casi inmediata hace la gestión más efectiva. Y es ahí donde felicitamos al gobierno del Perú y al Imarpe, por supuesto”, señaló Barange, quien también destacó el papel del ente científico, ratificando nuestra posición como el primer país productor de harina de pescado en el mundo.
“Tiene importancia porque es la principal productora de harina de pescado que se utiliza en acuicultura ahora de forma más efectiva, porque se combina con otros ingredientes de origen vegetal”, refirió el funcionario de la FAO.
Ciencia pesquera
También, Barange expresó su satisfacción por el trabajo científico del Instituto del mar del Perú (Imarpe), al considerar que en el Perú ocurre una situación ideal en cuando al monitoreo de los recursos pesqueros que permiten establecer los niveles de cuotas sin afectar la sostenibilidad de los mismos.
“Para nosotros, la explotación (de los recursos pesqueros) debe ser sostenible, independientemente de si es pesca industrial o de pequeña escala. Por ahora, no hay ninguna información que nos diga que la industrial es menos sostenible que la artesanal. Lo importante es cómo se regulan ambos sectores para que convivan pues es la única salida que tienen”, puntualizó. (Andina)