Editorial

Titulación con olor a elecciones

Confirmado. Como ya lo habíamos adelantado en un comentario anterior, no se puede negar que  algunos congresistas, alcaldes y autoproclamados  candidatos que ya se encuentran en campaña electoral,  han encontrado en la entrega de títulos de propiedad y en la gestión del proyecto de saneamiento básico Grandes Ciudades, una excelente plataforma para subirse a carro ajeno  y jalar agua para su molino con miras a las elecciones del 2026.

Esto se ha podido ver con toda nitidez en la reciente entrega de más de 3 mil  títulos de propiedad a humildes familias de las provincias de Santa y Casma, realizada el viernes último en el distrito de Nuevo Chimbote bajo los buenos oficios de la ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Hania Pérez de Cuellar. Algunos congresistas ancashinos,  que nunca han tenido vela en este entierro, de pronto aparecieron en la ceremonia con el evidente  afán de aparecer como padres de la criatura y ganarse el aplauso de los asistentes.  Mejor baño de popularidad, y con gastos  pagados por el gobierno,  no han podido  encontrar.

Lo cierto es que este aprovechamiento político, trae a la memoria  el recuerdo de ingratos momentos que nadie en su sano juicio desea se repitan. Después de mandar al tacho la farsa de la publicitada “Agenda de Ancash”,  ninguno de ellos ha lanzado una iniciativa ni  ha puesto voluntad v política para impulsar  o salir en defensa de los intereses de Ancash. No se les vio cuando  se denunció la presencia de un dique de concreto construido por Chavimochic para captar inconsulta e ilegalmente  un mayor volumen  de las aguas del río Santa.

Tampoco estuvieron cuando se denunció las sucesivas paralizaciones y falsos reinicios del hospital El Progreso,  ni mucho menos, como en estos días, cuando se necesita impulsar en los más altos niveles del gobierno central la construcción del nuevo Hospital La Caleta. Tampoco se hicieron presentes para fiscalizar las causas del derrumbe de la avenida Costanea en plena construcción.

Como era de esperarse, ninguno de los congresistas de Ancash se ha ensuciado los zapatos para verificar in situ la actividad de la  minería ilegal en la zona de Pampas, provincia de Pallasca, que ha causado el envenenamiento de las aguas del río Santa con residuos químicos y metales pesados. ¿Así se defiende a Ancash?.

Desde la óptica del aprovechamiento  político, que es lo que importa para ellos,  la entrega de títulos de propiedad y  la gestión del proyecto Grandes Ciudades, que en conjunto benefician a más de medio millón de habitantes, representa  desde lejos un codiciado botín electoral con el que todos quieren alguito.

Como en cada campaña electoral, pronto los veremos recorriendo a pie estos lugares no solamente reclamando ser gestores de la obra sino también repartiendo dádivas y ofreciendo el oro y el moro, en busca de ser diputados, senadores, alcaldes o gobernadores.

Según ellos, el elector peruano  olvida todo y cree en todo, así ellos cambien de camiseta y vuelvan a ponerse la piel de oveja. Dígase lo que se diga, la entrega de títulos y la gestión de Grandes Ciudades, ya empezó a despedir un fuerte olor a elecciones.