Lo que faltaba:
En los 39 años de vida burocrática que acaba de cumplir este 5 de septiembre, el proyecto especial de irrigación Chimbote-Nepeña-Casma, CHINECAS, ha pasado por un sinnúmero de vicisitudes y malas experiencias, pero menos por la satisfacción de haber puesto un solo pie en el terreno de la realización. A nivel nacional, Chinecas es el único proyecto de su especie que se mantiene paralizado en el tiempo.
La mala fortuna que acompaña a Chinecas no es ninguna novedad. Viene de mucho tiempo atrás. En 2000, en plena campaña electoral en busca de votos para asegurar su re-reelección, el ex presidente Alberto Fujimori indujo a los agricultores de Santa y Nepeña a aprobar, de un día para otro y al caballazo, una nueva nomenclatura del proyecto. Dicha modificación, bajo la denominación de Chinecas Reestructurado, consistía en la culminación del canal Chimbote-Nepeña, previa exclusión de Casma. Para vender la idea de una decisión clave a favor del proyecto, Fujimori no tuvo reparos en disponer la inmediata apertura de un túnel, acto mediático al que asistió como parte de su cierre de campaña.
Ya por esos años, estaba en pleno auge la fiebre de las invasiones, no solo por parte de los auto denominados campesinos sin tierra y licenciados de las Fuerzas Armadas, sino también de medianos y grandes agricultores, a los que se sumó una avalancha de empresarios que se conformaban con la construcción de hermosas casas de campo, con piscinas y áreas deportivas incluidas.
La fiebre de las invasiones alcanzaría su pico durante las elecciones regionales y municipales del 2010 con la invasión de 500 hectáreas en Casma y 308 en Nuevo Chimbote, promovidas con fines reeleccionistas por el ex presidente regional César Álvarez Aguilar. Parte de esa historia seria la invasión de otras 217 hectáreas promovidas con el mismo fin por el ex alcalde de Nuevo Chimbote Valentín Fernández Bazán y la invasión consuetudinaria de incontables hectáreas que continúa realizando la institución de fachada denominada Comunidad de Indígenas de Chimbote y Coishco, dedicada a tiempo completo al tráfico de tierras.
Como si esto no fuera suficiente, se acaba de conocer que otras 200 hectáreas que se encuentran dentro de la influencia del Proyecto Chinecas tiene desarrollo inmobiliario de un proyecto denominado Miami Beach. Se ha realizado el cambio de uso desde la Municipalidad provincial de Casma, avalado por SUNARP, pero pisoteando normas vigentes, pasando por encima de la Superintendencia de Bienes Nacionales y del propio Proyecto Chinecas.
En este caso lamentamos deveras que Chinecas mantenga la misma actitud pusilánime y de conformismo a la que nos tiene acostumbrados, quiere decir que en lugar de un proyecto de irrigación, lo que muy pronto tendremos será un Chinecas Beach.