Editorial

Una deuda pendiente con Chimbote

Aeropuerto:

Poniendo fin a cinco años de silencio oficial y dejando atrás una serie de inquietantes  evasivas, el gobierno central y el gobierno regional de Ancash  han hecho bien en recordar que tienen una deuda pendiente con Chimbote como es la modernización de su aeropuerto “Teniente FAP Jaime de Montreuil Morales”, una infraestructura  de vital importancia y  necesidad que no merece permanecer un día  más  en estado de abandono.

El sábado de la semana pasada, luego de recorrer las diversas instalaciones de este terminal aéreo, funcionarios del gobierno regional de Ancash y del ministerio de Transportes y Comunicaciones, acompañados de la congresista Lady Camones,  anunciaron que se está coordinando a nivel de gobierno central  una inversión que podría alcanzar los 90 millones de soles con la finalidad de llevar a cabo la modernización y equipamiento de esta postergada infraestructura.

Como es de amplio conocimiento, el 30 de mayo del 2019 el gobierno  promulgó la Ley 30951 que declara de interés nacional y necesidad pública la modernización y equipamiento del aeropuerto de Chimbote, dejando en manos del gobierno central y del gobierno regional  el emprendimiento de las gestiones que sean necesarias para dar cumplimiento a lo que manda la referida ley. Existiendo de por medio una base legal que es la piedra angular de toda iniciativa estatal, la inversión que permita la modernización y equipamiento del aeropuerto de Chimbote ya es cuestión de voluntad política y  capacidad de gestión.

En todas las  ocasiones que el aeropuerto de Chimbote ha sido utilizado para vuelos comerciales de frecuencia  sostenida, concretamente Chimbote-Lima-Chimbote,  la respuesta ha sido satisfactoria. Es posible que solamente haya faltado un adecuado manejo de marketing  en cuanto a frecuencia, horarios y conectividad o enlace con otros destinos. Por lo demás, Chimbote ha puesto en evidencia que es una buena oferta para el mercado del servicio aerocomercial, aun cuando, la verdad, la infraestructura y el equipamiento de su aeropuerto dejan demasiado qué desear.

Si lo que se desea es devolverle a Chimbote su capacidad de ofrecer un servicio de transporte aéreo competitivo y acorde con la proyección de los próximos años, no queda otra cosa que hacer realidad la modernización del aeropuerto Jaime de Montreuil Morales, esta vez sin mayor pérdida de tiempo.

No se puede pasar por alto que las perspectivas de la demanda del transporte aéreo se van a ver incrementadas no solo desde el punto de vista comercial. En la misma medida, está demanda espera incrementarse con el aumento del turismo interno y receptivo.

Mucho tendrá que ver con este incremento, la promoción integrada de los  circuitos turísticos que ofrece la región Ancash. Pues conjuntamente con la incomparable belleza del Callejón de Huaylas y la región de los Conchucos, se tiene que promocionar la bondad del circuito de playas Huarmey-Casma-Chimbote, lo mismo que el milenario legado de Chavín de Huántar y  Chankillo.  Si a todo eso se añade el pintoresco folklore y la exquisita gastronomía de cada uno de estos circuitos, estamos hablando de una oferta turística de primera calidad, de la que Chimbote forma parte. Ergo, modernizar su aeropuerto es una deuda que aún  está pendiente.