Un bebé de tan solo cuatro meses de edad fue salvado de una posible septicemia y fallecimiento gracias a la rápida intervención de un equipo médico del Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón (EGB).
El menor presentaba fiebre persistente y un dolor intenso en el brazo, síntomas que llevaron a los pediatras a diagnosticarlo con artritis séptica, una infección articular de alto riesgo.
Ante la gravedad del caso, el médico traumatólogo Manuel Uriarte lideró una intervención quirúrgica inmediata, en conjunto con un equipo multidisciplinario. “El tiempo era crucial, ya que el traslado a Lima para ser atendido por un traumatólogo pediatra no era viable.
Se recolectaron 20 ml de pus alojados en dos planos musculares, en la cavidad intraarticular y en la axilar”, explicó Uriarte, destacando la urgencia de la operación.
La cirugía, que duró aproximadamente una hora y media, fue realizada por el Dr. Uriarte, dos médicos residentes, la anestesióloga Patricia Peláez y el personal de enfermería liderado por Wilmar Neira.
Su éxito evitó no solo la pérdida de la articulación del hombro del bebé, sino también complicaciones mortales como la septicemia.