El arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, fue investido como nuevo cardenal de la iglesia católica por el Papa Francisco en una ceremonia religiosa celebrada hoy en el Vaticano.
Castillo Mattasoglio, de 74 años, se convirtió así en el sexto cardenal de la historia de la iglesia peruana, entre los que también figuran Pedro Barreto (actual arzobispo emérito de Huancayo) y Juan Luis Cipriani.
Son en total 21 prelados de los cinco continentes quienes han sido nombrados cardenales ayer sábado en una ceremonia denominada el Consistorio ordinario público, realizado en la Basílica de San Pedro, el mismo día en que la catedral de Notre Dame, de París, reabre sus puertas al mundo.
Nacido en Lima el 28 de febrero de 1950, Castillo Mattasoglio ha destacado tanto en el ámbito académico como en el religioso. Hizo su formación primaria en el Colegio Dalton de Lince y su formación secundaria en el Colegio San Agustín, la cual culminó en 1966.
Fue enviado a Roma para sus estudios eclesiásticos, donde en 1979 obtuvo el bachillerato en Filosofía. En 1983 el de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana. En 1985 obtuvo la licenciatura en Teología Dogmática y en 1987 el doctorado con su tesis Acerca de la conversión en la historia de las Indias de Bartolomé de las Casas.
Su ordenación sacerdotal fue el 15 de julio de 1984, a manos del por entonces cardenal-arzobispo de Lima, Juan Landázuri Ricketts, en la Catedral Metropolitana de Lima, a la edad de 34 años.
Con una formación en Sociología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y un profundo compromiso con su vocación pastoral, se ha convertido en una figura influyente en la educación de la juventud y la promoción de la fe en el Perú.
A lo largo de su carrera eclesiástica, ha asumido roles clave, como vicario parroquial, encargado de la pastoral universitaria en Lima, y, desde 2019, arzobispo de Lima, cargo en el que sucedió a Juan Luis Cipriani.
La elección de los cardenales corresponde exclusivamente al jefe de la Iglesia católica, que los selecciona según sus propios criterios y prioridades. Su misión es asistir al gobierno central de la Iglesia. Algunos viven en Roma y asumen funciones en la Curia (el gobierno del Vaticano), pero la mayoría ejercen su ministerio en la diócesis de origen.
Como marca la tradición, durante la ceremonia los ahora cardenales se arrodillaron ante el papa Francisco para recibir la birreta, un bonete cuadrangular de color púrpura. Después se realizará la tradicional “visita de cortesía” al Vaticano y una misa que reunirá a todos los cardenales el domingo por la mañana.
Carlos Castillo Mattasoglio es el sexto cardenal en la historia peruana. Además, por primera vez, nuestro país contará con tres cardenales simultáneamente, ya que se sumará a Juan Luis Cipriani, arzobispo emérito de Lima, y a Pedro Barreto Jimeno, arzobispo emérito de Huancayo.
El primer cardenal peruano fue el arequipeño Juan Gualberto Guevara, arzobispo de Lima entre los años 1945 y 1954. Luego, recibieron similar nombramiento Juan Landázuri Ricketts y Augusto Vargas Alzamora, también arzobispos de Lima.