Uno de los entrenadores que más sufrió en el torneo fue el profesor Elber Rubiños Guanilo, quien al final terminó celebrando el ascenso con el Deportivo Siderperú, luego de estar casi fuera de competencia, se repuso y logró el objetivo.
Como ya es costumbre, Rubiños tomó la responsabilidad de conducir al cuadro siderúrgico como tantas otras veces ya lo había hecho, pero sin éxito, porque el sueño de volver a primera quedo trunco, llenándolo de decepción en varias oportunidades.
Pero los dirigentes, al igual que el mismo Rubiños no desmayaron y continuaron en su lucha por poner a su equipo en el lugar que le corresponde, y armaron todo para luchar por la vuelta a primera y lo consiguieron.
Luego de un arranque poco prometedor en el torneo, el equipo cayó en un bache luego de enfrentar a su clásico rival como José Gálvez FBC donde quedó demostrado la falta de trabajo físico.
Esto encendió la alerta de los dirigentes que luego de tres derrotas consecutivas solicitaron los servicios de José Medina quien llegó para apoyar a Rubiños en el trabajo físico, y gracias a un reclamo pudo ganar 3 puntos en mesa que lo devolvieron a la vida y lo mantuvieron con chance en el torneo.
Luego sumó sin jugar ante San Pedrito que se retiró del torneo en la tercera fecha, eso hizo que el cuadro siderúrgico suba en la tabla y en dos semanas paso del penúltimo lugar al quinto puesto, lo cual le permitió estar cerca del ascenso.
En las dos últimas fechas, el equipo de Rubiños hizo lo que tenía que hacer, ganó sus dos partidos y se instaló en el cuarto lugar, donde se mantuvo hasta el final del torneo, logrando el ascenso a la máxima división del fútbol chimbotano.
Ahora la responsabilidad está en la cancha de los dirigentes quienes deberán hacer todo el esfuerzo posible para armar el plantel para la temporada 2025, ya que el hincha siderúrgico espera que su equipo se mantenga en primera y no volver a sufrir con el fantasma de la baja.