Desalojo de “Rico Chimbote”:
Cuando estamos en vísperas de recibir un nuevo año y si tuviéramos que plantearnos la pregunta ¿cuál ha sido el acontecimiento de mayor relevancia que ha ocurrido en nuestra provincia durante el año 2024?, todas las respuestas apuntan al desalojo del restaurant “Rico Chimbote” que por más de treinta años ha venido funcionado ilegalmente en un terreno de 300 metros cuadrados destinado a áreas verde.
Ya desde antes de la creación del distrito de Nuevo Chimbote, el restaurant Rico Chimbote empezó a funcionar en esa área, según se afirma, gracias a la autorización verbal de un ex alcalde provincial, vecino de la zona y asiduo cliente del establecimiento. Comercialmente hablando, el terreno en mención no deja de ser altamente apetecible. Se encuentra en la urbanización Santa Cristina de Nuevo Chimbote, en la estratégica intersección de las avenidas Anchoveta y Brasil, frente al hospital Regional.
Según ha trascendido, desde la primera licencia de funcionamiento que se le otorgó, el propietario del negocio consignó como dirección comercial del restaurante la dirección de su vivienda, la misma que se ubica a un costado del terreno invadido. Y no solo eso. Durante varios años, los clientes del establecimiento estuvieron expuestos a un riesgo de vida o muerte. Las mesas de atención al público estaban colocadas alrededor de un enorme poste de energía eléctrica de alta tensión.
A partir de 1994, cuando se crea el distrito de Nuevo Chimbote, y cuando todo el mundo daba por descontada la rectificación de este imperdonable error, las cosas siguieron igual. A pesar que ninguna licencia o autorización oficial se atrevió a consignar la dirección del área verde, en cambio se permitió que el restaurante siguiera funcionando, desafiando abiertamente el principio de autoridad.
Ello no obstante, en el 2023 los límites de la intolerancia estuvieron a punto de desbordarse cuando la obra de remodelación de pistas y veredas de la urbanización Santa Cristina, se vieron interrumpidas justamente por la ilegal presencia del restaurante. Un verdadero atentado contra el desarrollo urbano del distrito.
Más allá de un acto jurídico inapelasble, el desalojo del restaurante Rico Chimbote tiene la virtud de haber restablecido el principio de autoridad municipal, y esperemos que lo mismo suceda con otros establecimiento, no solo comerciales sino también industriales, que han cerrado pasajes peatonales e invadido calles y avenidas y que también ya llevan varios años en la misma situación. Por lo pronto, el desalojo del restaurante Rico Chimbote no deja de ser una de las mejores noticias del año 2024.