El reciente anuncio del Ministerio de la Producción sobre la recuperación del sector pesquero en 2024 es, sin duda, una buena noticia para la economía del país. El crecimiento del 24.9% en el Producto Bruto Interno (PBI) del sector y el incremento del 62.6% en los desembarques pesqueros reflejan un cambio positivo, impulsado principalmente por la pesca de anchoveta para Consumo Humano Indirecto (CHI).
Este repunte, que ha llevado a que los desembarques asciendan a 5.8 millones de toneladas, evidencia la importancia de la actividad pesquera en la estructura económica nacional. La anchoveta, recurso clave para la producción de harina y aceite de pescado, ha sido el motor de esta recuperación, con un crecimiento del 134.1% en su captura. Los puertos de Chimbote, Malabrigo, Coishco y Callao han sido protagonistas en este resurgimiento, reafirmando su rol estratégico en la cadena productiva pesquera.
Sin embargo, no todo el panorama es alentador. La pesca destinada al Consumo Humano Directo (CHD) ha mostrado un resultado negativo, lo que evidencia la necesidad de diversificar y fortalecer las estrategias en este segmento. Si bien se ha registrado un incremento en la extracción de ciertos recursos como la concha de abanico (+174.9%), la anchoveta (+43.2%) y el bonito (+8.1%), esto no ha sido suficiente para revertir la tendencia general a la baja.
Este escenario plantea desafíos y oportunidades. Es esencial que el gobierno, en coordinación con los actores del sector, implemente políticas que fomenten la sostenibilidad y competitividad de la pesca. Se deben promover medidas que fortalezcan la investigación científica, garanticen el manejo responsable de los recursos hidrobiológicos y diversifiquen la oferta pesquera, con miras a potenciar tanto el CHI como el CHD.
El sector pesquero no solo es un pilar económico, sino también una fuente de empleo y desarrollo para miles de peruanos. La recuperación observada en 2024 debe consolidarse con políticas de largo plazo que aseguren el equilibrio entre crecimiento económico y sostenibilidad ambiental.
Ideal seria que estas cifras después de cada temporada de pesca industrial se reflejen en el movimiento económico de nuestra ciudad y si influyen, no se nota, no se perciben, por muchos factores al margen de las cifras mayores. Tiene mucho que ver con el CDH que en determinado momento y cuando las condiciones sean las ideales servirán para ese repunte lógico que se necesita.
Por lo demás solo debemos estar agradecidos que ese espécimen maravilloso que es la anchoveta sea tan resiliente ante tantas adversidades climatológicas.