Editorial

Alternativas para la crisis

La Universidad San Pedro enfrenta una crisis que amenaza no solo su continuidad como institución académica, sino también la estabilidad laboral de sus trabajadores y el futuro de sus estudiantes. La falta de legitimidad en la conducción de sus autoridades, la reducción de su población estudiantil y los problemas de gobernabilidad han sumido a esta casa de estudios en una incertidumbre que parece no tener un desenlace claro.

El nuevo secretario general del Sindicato de Trabajadores no Docentes de la Universidad San Pedro, ha tenido el acierto de acudir al despacho del aún rector Ulloa, que no tiene vigencia de poderes y que no  puede gestionar dicha casa de estudios. Conversó con él y lamentablemente se convenció que el rector no quiere dar su brazo a torcer, luego de proponerle las alternativas viables para salir de la crisis.

Una de esas alternativas es precisamente esa que señala que la convocatoria la haría el ex – rector Gilmer Díaz para que convoque a elecciones estatutarias y posteriormente de las autoridades universitarias. Ante la probabilidad que el ex rector no lo quiera hacer, en razón que ya no es autoridad, se recurriría al Poder Judicial para que convoque  a elecciones.

Desde estas páginas hemos seguido los hechos ocurridos en la Universidad San Pedro después  que Ulloa Siccha y sus seguidores llegaron al poder y no obtuvieron la personería jurídica en registros públicos. Las observaciones de SUNARP son más claras que el agua y que los únicos que no la entienden son Ulloa, sus abogados y todo el séquito de docentes que conforman la Asamblea Universitaria y que están cargados de títulos y grados, pero les es difícil entender los documentos que emiten los registros públicos.

Si desde mayo del 2023 no han logrado ese objetivo de obtener la personería jurídica, nos hacemos las preguntas ¿Qué piensan esos eruditos docentes de la Asamblea Universitaria y Consejo Universitario que no accionan para destrabar los problemas?. Porque ellos lo pueden hacer. No lo hacen porque Ulloa los maneja a su antojo y porque les asegura sus sueldos que no son cifras menores, por el contrario. En otras palabras, no les interesa la universidad.

Nos acercamos a tener 21 meses desde que Ulloa accedió al cargo y sigue empecinado en sus monsergas que le dictan ese par de asesores que no entienden de normativas legales y que aun creen que su elección fue legal. No lo entienden y han perjudicado a la universidad, la han postrado y puede incluso hasta desaparecer.   

En alguna oportunidad Ulloa bien suelto de huesos dijo públicamente, que lo que sucede con la universidad es producto de  oscuros intereses. Nos preguntamos mil veces, cuales oscuros intereses?. Parece que tiene mala memoria. Los oscuros intereses son aquellos de esa asamblea del 19 de enero del 2023?. En aquella asamblea el pedido del cambio del comité electoral, para elegir uno a su medida y ser luego elegido rector, lo hizo él. Él es el causante de todo lo que vino después. ¿Esos son los oscuros intereses?

El dirigente sindical tiene alternativas que deben de ser escuchadas y debatidas por la Asamblea Universitaria y el propio Consejo y si no lo hacen será de su absoluta responsabilidad lo que vendrá posteriormente, es decir responsabilidad de ambos órganos de gobierno de esa casa de estudios.

Es momento que los trabajadores, los estudiantes y las instancias correspondientes unan esfuerzos para encontrar una salida real a esta crisis. La educación superior no puede ser rehén de disputas políticas ni de intereses particulares. El futuro de cientos de jóvenes y la credibilidad del sistema educativo están en juego.

Ulloa lógicamente no aceptará nada que no sea distinto a sus objetivos, que es continuar como rector, de esa circunstancia, todos estamos convencidos, por eso debe haber un forceps para que sea el punto de quiebre y debe salir de la propia Asamblea Universitaria donde debe haber asambleístas contrarios a Ulloa. Por allí se debe partir en esta lucha sin cuartel que se librará al interior de la Universidad San Pedro.