Editorial

Carretera que no debemos olvidar

La carretera Tres Cruces – Sihuas – Huacrachuco – Tayabamba, una vía nacional PE-12A, sigue siendo un peligro latente para quienes la transitan. Su geografía accidentada y su precario estado han convertido este tramo en un escenario recurrente de accidentes fatales.

El último fin de semana, un nuevo accidente involucró a un ómnibus con destino a Tayabamba. Afortunadamente, en esta ocasión, no hubo pérdidas humanas que lamentar. Sin embargo, el problema persiste: la inseguridad vial en esta ruta sigue cobrando vidas y generando preocupación entre los transportistas y pasajeros.

En mayo de 2024, bajo presión de transportistas y autoridades locales, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) firmó un acta en la que se oficializaba la intervención del Ejército Peruano, a través de su división de ingeniería, para el mantenimiento de esta vía. Además, se aseguró un presupuesto de seis millones de soles para la elaboración de estudios técnicos con miras a una futura licitación que permitiría una mejora definitiva del tramo, incluso extendiéndolo hasta Uchiza.

No obstante, los meses han pasado y la situación sigue sin mejoras significativas. La carretera continúa siendo una trocha peligrosa, con abismos imponentes y largos trayectos que exponen a conductores y pasajeros a constantes riesgos.

Ómnibuses con destino a Pataz, Tayabamba, Huacrachuco y Uchiza transitan diariamente por una vía que, lejos de cumplir estándares adecuados, se mantiene en condiciones precarias y altamente vulnerables ante las lluvias.

Lo ideal sería que esta carretera se transforme en una vía asfaltada y segura, dejando atrás el afirmado inestable que hoy la compone. Sin embargo, la burocracia del MTC representa un obstáculo, pues los estudios técnicos y su posterior licitación podrían tardar años si no se ejerce una presión constante.

Es fundamental que las autoridades locales, incluidas aquellas que lideraron las protestas en mayo, mantengan su insistencia para que el Estado cumpla con los compromisos asumidos. Este es el único acceso a las provincias de Sihuas y Huacrachuco, y su mejora no puede seguir postergándose. La seguridad y el desarrollo de miles de ciudadanos dependen de ello.