Opinión

¡Que tal colcha!

Por:  FERNANDO VALDIVIA CORREA

Oleado y sacramentado, al menos en sede administrativa. El ministerio del Interior anunció el pasado viernes que el Titular del Sector confirmó la resolución que pasó al retiro por renovación de cuadros a Harvey Colchado. En tanto esto ocurría, el exoficial va promoviéndose como víctima de este gobierno en cuanto medio de comunicación le ponga micrófono y cámara con miras a las elecciones generales del próximo año. Y, aunque de plano ha negado postular al Congreso, es obvio que su desenfrenado ímpetu de recordar y balbucear cosas de cuando formó parte de nuestra benemérita Policía Nacional del Perú, lo hace apuntalando a una curul. Y podría ser, pues sino razonablemente encontremos una explicación al porqué tuvimos como presidentes a Martín Vizcarra y Pedro Castillo. Así que no sería extraño que este ampuloso personaje discurra a partir de agosto de 2026 en el Hall de los Pasos Perdidos.

Esto último no significa una oda a Colchado Huamaní. Todo lo contrario. En poco más de un mes, Harvey destila comentarios temerarios y a su vez sandeces. De lo primero, como afirmar que en Mateo Castañeda, entonces abogado de la mandataria, le pidió que “reglara” al fiscal que investigaba al hermano de su patrocinada. Asimismo, que el prófugo condenado por corrupción, Vladimir Cerrón, estuvo escondido en un balneario del sur de nuestra capital en la misma fecha que la Jefe de Estado pernoctó en ese lugar, dando a entender claramente que el exgobernador Regional de Junín está protegido por el Ejecutivo. Si esa información fuese cierta no debió darla, toda vez que la obtuvo por su condición de Oficial Superior en situación en actividad. En suma, era dato reservado al formar parte de una investigación a cargo de la señora Delia Espinoza, Fiscal de la Nación.

Y, respecto de lo segundo, haciendo poca gala de humildad, Colchado enfatizó que busca retornar como General y comandar la entidad. Además, ante una conocida periodista se autocalificó como antisistema, agregando que “morirá así”. Con esta frase nos damos cuenta de su precariedad intelectual, pues esta aseveración es antidemocrática. Contrario sensu, que se haga ciudadano y en simultaneo postule a un cargo público en Venezuela, Cuba o Nicaragua, donde impera la ley del pensamiento único, y los opositores a estos regímenes déspotas son perseguidos, encarcelados, torturados, y hasta desaparecidos. Ahora vamos comprendiendo un poco más del porqué fue expectorado de la PNP, ¿verdad?.

Ante tanto agravio, el Comando Policial salió al frente de estos cuestionamientos, sosteniendo que éste fue cesado, amén de la comentada causa, por falta de proyección en la carrera, y tener sanción de rigor por infracción grave. En buen romance, desprestigia el sagrado uniforme de la institución.

Finalmente, por boca del propio Colchado nos enteramos que como no le otorgaron puntos como partícipe de la exitosa Operación de Rescate “Chavín de Huantar” (abril de 1997), hizo juicio y 8 años después lo ganó, siendo ascendido. Aquí surge una duda. Desde que ingresó como Titular del Sector, Juan José Santiváñez ha sido severamente cuestionado, entre otros, por ejercer la defensa técnica de policías, y en varios casos de haberlos reincorporado judicialmente. Sin embargo, este caso es alarmante, toda vez que no solo fue repuesto, sino promovido al grado inmediato, y esto último está proscrito en la Constitución Política que reza que “los ascensos se hacen de acuerdo a ley”.

Harvey pasea alegremente como ciudadano de a pie, como cualquiera de nosotros, ya sin ese poder arrogante que lo tuvo durante años aupado por la caviarada, y a pesar de ello sigue cometiendo tropelías. No queda más que decir: ¡Que tal Colcha!.