Lo que está sucediendo con el Centro de Salud de San Jacinto, que se encuentra en plena ejecución y que tiene problemas desde el mismo momento que se iniciaron los trabajos de elaboración del expediente técnico hace más de 4 años, debe servir como antecedente para que no se repita posteriormente en alguna otra obra pública.
Si en las obras públicas no se sucedieran estos problemas, que hoy vemos casi a diario, en todas las instancias de gobierno, estaríamos en otro mundo, porque las infraestructuras que se empiezan, se terminarían sin problema alguno, pero aquí en nuestro país, no solamente en nuestra jurisdicción, ocurre lo contrario, por eso tenemos obras paralizadas, obras abandonadas por años, juicios, conciliaciones interminables, denuncias fiscales que no se concretan, arbitrajes infames y todo aquellos que tenemos en la actualidad. Lo cierto es que estamos como estamos y lo que está sucediendo en el Centro de Salud de San Jacinto es la fiel muestra de nuestra actualidad, en las obras públicas.
Aquí en estas páginas hemos informado desde el 2022 como fueron sucediendo los hechos en la construcción del futuro Centro de Salud antes mencionado y, además, se ha contado con los informes de la Contraloría que fueron sucesivos y minuciosos porque nos permitieron conocer aquellos detalles que señalaban que el expediente técnico tenía muchísimas deficiencias y es, precisamente ahí, cuando se detecta que el terreno no estaba saneado, que había una parte que le pertenece a Agroindustrias San Jacinto, pero a pesar de eso, la construcción había avanzado.
El contratista sabe cuándo lee el expediente técnico que existía el problema del terreno, pero el contratista avanzó y posteriormente vinieron las advertencias de la Contraloría y en primera instancia, ya cuando llegó la gestión actual de la municipalidad distrital de Nepeña, que es la entidad ejecutora del proyecto, intervino directamente para solucionar los problemas con Agroindustrias San Jacinto y en un primer momento eso sucedió, pero ocurre que, el Centro de Salud, por el lugar donde se encuentra ubicado, debía tener la puerta de ingreso, por otra calle, por lo tanto, tendría que salir por otro lugar que está ocupado por otro posesionario, no dueño, sino posesionario; una iglesia evangélica pentecostés.
Ese es el problema actual. Puede sonar digno de ripley porque la obra está avanzada, según la Contraloría, sobre el 40% del avance físico y resulta paradójico que no tenga puerta de ingreso. Cualquier especialista diría: ¿Por qué se avanzó? Y ocurre que se avanzó desde el principio, a pesar que en el expediente técnico se señalaba que el terreno no estaba saneado en su totalidad, pues había una aparte que no tenía inscripción de registros públicos.
El alcalde de Nepeña ha desplegado todos sus esfuerzos posibles realizando gestiones, primero para resolver los problemas presupuestales, caminó cuanto ministerio pudo y logró el objetivo con una ampliación de la ley de presupuesto y ahora, ante la negativa del pastor de esa iglesia pentecostés sobre el terreno adyacente, ha salido a las calles para protestar, porque ese es el camino que a él le queda para ponerlo frente a la opinión pública, frente al pueblo y se dé cuenta de lo que está ocurriendo.
La idea del alcalde lógicamente es presionar para conseguir ese objetivo porque ellos han conseguido que Agroindustrias San Jacinto ofrezca un incentivo a la iglesia posesionaria, en especial al pastor que la dirige, que inicialmente no aceptó $150 mil dólares más la propiedad de un terreno y, para la siguiente reunión, con todos presentes, no asistió.
Cuando ocurren este tipo de circunstancias, normalmente el Estado expropia la propiedad, pero ese es un asunto judicial que lleva mucho tiempo, la demora puede llegar incluso hasta un lustro y aquí, en el caso del Centro de Salud de San Jacinto, está de por medio la obra que avanza en su construcción y lógicamente debe ser terminada según lo estipula la ley de contrataciones del Estado.
Se espera que pronto se solucionen los problemas y que esa persona que usa la biblia como un instrumento en su devenir diario recapacite para que el centro de salud sea terminado y comience atender a la población. La obra pública siempre nos tendrá circunstancias que nunca nos podemos imaginar, es como una caja de pandora, pese a las leyes.