Por: WALTER MIGUEL QUITO REVELLO
Esta semana sin querer vi un video sobre dimensiones. Como perciben las hormigas y los humanos su realidad. De pronto despierto cojo el Diario de Chimbote y leo al Presidente Regional que su gobierno está a la vanguardia de la digitalización. Y sentía que vivía en el mundo de las hormigas.
Lo que entiendo del video es que las hormigas perciben dos dimensiones: largo y ancho. Si pones a la hormiga en un cuadrado él no sabe cómo salir. Pero los humanos percibimos tres dimensiones: largo, ancho y alto. Si nos ponen en un cuadrado salimos por la parte alta. Para las hormigas somos dioses. Pero existe otra dimensión la cuarta. En donde se pueden mover a través del tiempo. Dicen que hay once dimensiones. Ya no sigo porque ni yo mismo me entiendo.
Cuando leí el artículo de Koki Noriega sobre Ancash digitalizada. Me sentía como las hormigas. No lo veo. Si cuando voy a la Agencia Agraria, en Chimbote no tienen ni impresora. Es más, sus ambientes son cualquier cosa menos oficinas. Sus funcionarios parecen que estuvieran en una reunión social. Si uno ingresa por primera vez pensaría que ahí reciclan chatarra. Cuando fui a buscar un expediente en la dirección agraria en Huaraz, la secretaria me envió a cartografía en donde lo buscaban en físico y no había. ¿Desapareció? Nuestro presidente regional vive en otra dimensión en donde no existen los “Elegantes de Áncash” que involucra a la dirección de transportes. Los perseguidos por corrupción y algunos sentenciados como en la dirección agraria en el 2022. Al director de Chinecas sentenciado en el 2024. Caso aportantes del agua investigación que lo involucra.
Si creo que vivimos en diferentes dimensiones. ¿O será que el presidente regional es bipolar? Primero nos dice que está en contra de la reelección y que él no postularía. Ahora nos dice que está a favor de la reelección porque cuatro años es muy poco para que pueda mostrar su gestión las autoridades. Pero se mantiene firme que no volvería a postular. Tan bipolar es, que si se aprobara la reelección de alcaldes y gobernadores regionales, lo más probable es que postularía.
No nos venda humo señor presidente regional díganos cómo va el proyecto de pre-inversión sobre Chinecas, al cual usted y nuestros cinco congresistas claudicaron. Se pusieron de espaldas al pueblo. Cuáles son los avances del puerto de Chancay. Porque usted no está de lado de los que protestan por el funcionamiento de la Vía de Evitamiento de Chimbote, exija al ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC), Raúl Pérez Reyes Espejo, que cumpla su compromiso de ejecutar 22 obras complementarias para garantizar la seguridad y la vida de las personas, que incluyen dos puentes a desnivel para el pase del transporte liviano que cruza el óvalo Buenos Aires.
Es evidente que usted y los cinco congresistas por Ancash viven en otra realidad. Porque en esta realidad que vive el pueblo. No hay nuevos proyectos para su desarrollo. Chinecas y el puerto de Chimbote tienen rumbo desconocido porque nadie sabe a qué interés sirve su paralización o ejecución si no conocemos el proyecto de pre-inversión. La administración del gobierno regional es pésima envuelta en corrupción. Su gobierno se hace el ciego o no cuestiona los mantenimientos del poder Judicial y el Ministerio público en la región que el sol y las termitas se lo devoran. Todos debemos obediencia al mandato del poder judicial, su reconocimiento se encuentra contenido en el inciso 2) del artículo 139°. Sin embargo, el defensor de la legalidad, ministerio público, no cumple con los mandatos de reposición del poder judicial a favor de sus trabajadores obreros.
Entre otorongos no se comen. Pero solo el pueblo puede cambiar esta realidad. Por una sociedad más justa. Sin doble moral. En donde se respete los derechos de todos. Con congresistas y presidente regional y de yapa alcaldes que trabajen a favor del pueblo. Por ahora señor presidente regional regrese a su realidad, venga de la dimensión donde se encuentra y empiece a gobernar. Cumpla su rol. Y junto con el pueblo avancemos hacia esa trasformación social que Ancash sueña.