- Glen Reyes, un joven peruano de 28 años, natural de la provincia de Huarmey, casi pierde un ojo tras ser víctima de una violenta agresión de carácter xenófobo en la ciudad de Madrid, España.
- El ataque ocurrió la mañana del domingo 9 de marzo en la estación de tren Nuevos Ministerios y fue perpetrado por tres ciudadanos españoles que ya enfrentan un proceso penal.
Glen Reyes, un joven peruano de 28 años, natural de la provincia de Huarmey, casi pierde un ojo tras ser víctima de una violenta agresión de carácter xenófobo en la ciudad de Madrid, España. El ataque ocurrió la mañana del domingo 9 de marzo en la estación de tren Nuevos Ministerios, conocida como Renfe, y fue perpetrado por tres ciudadanos españoles que ya enfrentan un proceso penal.
La víctima, que reside en España desde hace 16 años, relató que fue interceptado mientras se dirigía a su trabajo. “Al salir de la estación, un grupo de muchachos comenzó a burlarse de mí. Me llamaron ‘panchito’ y siguieron con risas e insultos racistas. Solo traté de ignorarlos”, contó Glen en entrevista con La República.
Sin embargo, los agresores no se detuvieron. “Escuché que uno me gritaba: ‘¿Me vas a ignorar, panchito?’ y, de pronto, saltaron la tornera, me arrebataron el paraguas y me golpearon en la nuca. Luego comenzaron a golpearme en el rostro y otras partes del cuerpo, mientras me gritaban ‘¡Vete a tu país!’”, relató entre lágrimas.
Durante el ataque, Glen perdió su celular, robado por uno de los atacantes. Poco después, personal de la estación acudió a auxiliarlo y alertó a las autoridades. Gracias a las cámaras de seguridad y al seguimiento inmediato, los agresores fueron identificados y detenidos. Ahora enfrentan cargos que podrían llevarlos a recibir hasta tres años de prisión por el delito de agresión con agravante de motivación xenófoba.
Reyes fue trasladado por el Servicio de Atención Médica de Urgencias (SAMU) al Hospital La Paz, donde fue sometido a múltiples exámenes. “Tengo cinco grapas en la nuca, dos prótesis y una malla de titanio que sostiene mi ojo izquierdo. También sufro pérdida parcial de audición en el oído izquierdo”, explicó.
A pesar de llevar más de una década en España, Glen nunca había sido víctima de un hecho tan violento. “Es increíble que en 16 años nunca me pasó algo como esto. En el hospital, un enfermero me dijo que ven dos víctimas de racismo a la semana. Esto tiene que parar”, señaló con preocupación.
Glen también expresó su temor por el creciente clima de discriminación y odio hacia los migrantes en Europa. “La maldad no tiene nacionalidad. No solo los latinos sufrimos esto; también los marroquíes, los rumanos…”, reflexionó.
El caso ha generado indignación tanto en España como en la comunidad peruana en el exterior. La audiencia judicial está pendiente y se espera que la justicia española actúe con firmeza frente a este acto de violencia motivado por el racismo.