Fue sepultado con olor a multitud:

• Restos de padre Giovanni Sabogal Osorio (49) fueron sepultados en el cementerio “Sandro Dordi” de Santa, acompañado de miles de personas.
• Su legado de bondad, vocación de servicio y humildad trascendió las fronteras. Ya descansa en paz.

Multitudinaria y emotiva fuera despedida al estimado padre Giovanni Sabogal Osorio que falleciera en la ciudad de Lima cuando se realizaba tratamiento a un mal que sufría en su debilitado corazón.

Sin embargo, la entrega de su corazón por los más necesitados y vulnerables fue grande y eso ha quedado demostrado con la asistencia masiva de personas de toda condición socioeconómica en las honras fúnebres que se le brindó antes de su sepultura.

Las exequias se cumplieron en la losa deportiva de la parroquia Señor Crucificado de Santa hasta donde llegaron muchísimas personas, no solamente del distrito santeño, también de Chimbote, de Nuevo Chimbote, de Coishco y de otras localidades que no quisieron estar ausentes en la última despedida del Ángel del oxígeno medicinal.

“Queridos hermanos en Cristo, hoy nos congregamos en esta eucaristía, con el alma ciertamente confusa con los ojos húmedos, pero con el corazón encendido por una luz que nunca se apaga, la vida del Padre Giovanni Sabogal Osorio”, fueron palabras vertidas por el obispo de la Diócesis de Chimbote, monseñor Ángel Zapata Bances.

Tras el cumplimiento de las honras fúnebres el féretro salió en romería acompañado de centenares y centenares de personas adultos, jóvenes hasta el cementerio Sandro Dordi para darle el último adiós.

En el trayecto una banda entonaba temas alusivos a la despedida siendo uno de ellos Amor Eterno como una muestra que siempre estará en la mente y corazón de todos todas las personas a quienes ayudó y a quienes no pudo ayudar, pero que reconocieron su valioso apoyo a los más necesitados.

Monseñor Zapata Bances acompañó hasta el cementerio donde fue testigo que las muestras de dolor y llanto de muchas personas hacia el pequeño Padre Giovanni Sabogal es el cariño y respeto que sembró en el corazón de todos por esa incansable labor evangelizadora y social buscando una sociedad más solidaria.