Con una mínima ventaja terminó el elenco de José Gálvez FBC su duelo ante Municipal Macate, en el inicio de la Etapa Provincial de la Copa Perú jugando como local en el estadio Municipal de Coishco.
El cuadro de la franja apenas pudo ganar por 3 a 2 al equipo macatino, en un partido donde terminaron con la cara larga por no haber podido sacar una mayor diferencia y por el discreto partido que hicieron.
Las modificaciones en la oncena titular galvista nos dejó la sensación de que algo no andaba bien en el subcampeón chimbotano, porque Ramos hizo extrañar mucho a Yarleque, pero a pesar de eso, los locales manejaron la pelota, buscando tener claridad en los últimos metros, dejando que Quiroz se acomode a sus compañeros y viceversa, y fue recién a los 24’ que Quiroz metió un balón para que Stephano Reyes inaugure el marcador, y se hizo justicia por lo que pasaba en el partido, y el dominio galvista se evidenció con el 2 a 0, esta vez apareció Riqui García para conectar de cabeza y estirar la ventaja, y parecía que el partido iba a ser de trámite para los chimbotanos, pero increíblemente todo empezó a cambiar a favor de los macatinos.
Quizás los locales creyeron que el partido estaba resuelto y que solo con pesar en el campo pudieran aumentar la cuenta, pero paso todo lo contrario, de una jugada casi intrascendente, de un lateral nació el descuento visitante, por intermedio de Cristhian Cruzado quien superó a todos por la banda izquierda y con un remate rasante y cruzado venció a Arroyo para anotar el descuento, y era la primera sorpresa en el partido a los 37’, y el tiempo no dio para que los galvistas pudieran aumentar su ventaja y se fueron al descanso.
Para la segunda mitad, Campana no pudo hacer mucho desde el banco, al parecer no tuvo a los jugadores disponibles para tratar de mejorar el juego de su equipo, con Ramos jugando siempre de espaldas al arco, Zeus aportó muy poco y en defensa Guzmán no fue garantía, tampoco Celis, por lo que a los 7’ una pelota a las espaldas de la defensa galvista encontró el veterano Adolfo Culcos quien llegó hasta el área y venció a Arroyo para anotar el empate que dejó mudos a los hinchas galvistas que parecían no creer lo que sucedía.
Menos mal, la reacción de los locales fue rápida y tras un pelotazo largo, encontró a Stephano Reyes, que le ganó la posición a su marcador, controló bien, se sacó al defensor y con un remate cruzado venció al portero Salazar que se comió este gol, y nuevamente los galvistas se pusieron en ventaja.
El entusiasmo creció en Gálvez, pero solo fue entusiasmo, porque conforme fueron pasando los minutos, la desesperación generó imprecisiones, y las ideas se fueron esfumando como las posibilidades de aumentar el marcador, porque los chimbotanos parecían buscar el gol casi a tropezones y se les complicó más de la cuenta porque los visitantes estuvieron cerca de la igualdad, hasta que Baltazar decretó el final y los galvistas se fueron con la cara larga, pero con la esperanza de mejorar de aquí hasta el domingo para afrontar el partido de vuelta.