El Tribunal Registral, en la Superintendencia Nacional de Registros Públicos, resuelve los recursos de apelación interpuestos contra la denegatoria de inscripción y de publicidad registral de los registradores y certificadores registrales. Esa es la función de esta segunda instancia en los procedimientos que se llevan a cabo dentro de los Registros Públicos.
Hacemos este recordatorio porque el último martes se conoció la resolución N° 1859-2025-SUNARP-TR, que resolvió la apelación a la cuarta esquela en el Registro de Personas Jurídicas, en el nombramiento de las autoridades de la Universidad San Pedro.
Esta resolución prácticamente rechaza la apelación que había interpuesto Javier Ulloa Siccha, cuya inscripción en los registros de personas jurídicas había sido denegada en otras tres oportunidades y, la cuarta era esa última esquela, que es la definitiva.
Los argumentos de los apelantes son rechazados de plano, especialmente el hecho de ser una universidad creada por Ley que facultativamente, podía no inscribir en SUNARP sus estatutos vigentes. Ese fue el caballito de batalla y esa fue la razón que utilizaron para que en el proceso eleccionario se rija con otro estatuto.
A pesar que su inscripción fue rechazada, en cuatro oportunidades insistieron con argumentos fuera de todo contexto, hasta que apelaron esa cuarta esquela y los resultados no han podido ser peores para ellos, es decir, para Ulloa Siccha y su grupo.
Además, en las notarías que ellos utilizaron, para esos procedimientos, les advirtieron que la única salida legal era convocar nuevas elecciones, pero Ulloa Siccha no hizo caso y se refugió en un par de abogados que están muy lejos de las interpretaciones del derecho y los resultados él los tiene a la vista y lógicamente son dañinos para la universidad.
Los argumentos del Tribunal Registral son lapidarios porque han analizado los fundamentos de los apelantes, que solo contradicen su posición y que ahora están en un callejón sin salida.
Juan Roncal, secretario general del Sindicato de Trabajadores No Docentes, tuvo la decisión de hablar con Ulloa y se convenció que no tiene la intención de solucionar los problemas. Él ha manifestado que existe un camino legal como es la convocatoria judicial y aseguró que, en ese momento existe tiempo suficiente para tomar esa ruta.
La otra solución es eminentemente política porque han recurrido al Congreso de la República, donde existe un proyecto en la Comisión de Educación para rescatar a las universidades privadas, asociativas y creadas por ley que están en problemas, donde saldrá un instrumento legal para darle su viabilidad.
En otras palabras, existen caminos para enrumbar a la Universidad San Pedro, pero lamentablemente los que no quieren seguir esos caminos son Ulloa Siccha y su grupo que está enquistado en la universidad.
A ellos debemos sumar los órganos rectores de estas casas de estudio, como son la Asamblea universitaria y el Consejo universitario, que han sido los que no han querido tomar acciones para enmendar rumbos, porque están manejados por Ulloa Siccha. Estos grupos de docentes de la asamblea y el consejo son los responsables mayores de lo que suceda en la Universidad San Pedro. Es lastimoso, pero es la realidad, porque para ellos son válidos solo sus intereses personales y nada más, no cuenta la universidad. Es decir siguen el camino de Ulloa, en buen castellano, el callejón sin salida.