Se está haciendo usual que en la Universidad Nacional del Santa se pierdan equipos e instrumentos de alto valor, que se encuentran en pleno uso por parte de los alumnos de las diferentes escuelas y facultades y, lamentablemente, las autoridades de dicha casa de estudios parecen no importarles que se pierdan bienes patrimoniales de tanto valor.
En noviembre del 2024 se perdieron 13 laptops del laboratorio de la Escuela de Ingeniería de Sistemas. Esa sustracción de esos valiosos equipos se conoció públicamente gracias a la difusión de un informe de la Contraloría General de la República.
En aquella oportunidad, ese informe señalaba que no hubo denuncia policial, es decir, se llega a ese extremo de indolencia. Son 13 laptops las que se han desaparecido y no les interesa. La universidad no realizó ningún comunicado o pronunciamiento al respecto.
Ahora, cinco meses después de esos hechos, se hace pública otra denuncia que, en la Escuela de Comunicación Social, ha ocurrido el robo sistemático de equipos, tabletas de diseño gráfico, drones, cámaras de video de última generación.
Son los estudiantes los que han hecho público estos latrocinios. Si bien han sido los directores de esa escuela profesional los que han realizado las denuncias policiales respectivas, han sido los alumnos, los directamente afectados los que han dado a conocer esta lamentable noticia.
La conclusión es que, los dos campus de la Universidad Nacional del Santa no tienen seguridad, en el sentido estricto de la palabra, quizás cuentan con un servicio de vigilancia, pero lamentablemente ese servicio de seguridad no es efectivo y los robos se producen, en el lapso de un año, son dos y significativos.
Los campus son extensos y necesitan tener un servicio de seguridad efectivo, pues la universidad tiene muchas dependencias y, lamentablemente están desguarnecidas y hablamos de escuelas profesionales, facultades, oficinas, auditorios, biblioteca y hasta existe una escuela escolar.
En algún momento esperamos que la Universidad Nacional del Santa se pronuncie de estos robos que se han sucedido en menos de medio año, porque han sucedido al interior de sus instalaciones y, lamentablemente, el silencio otorga muchas responsabilidades; aunque con los dineros públicos, muchas veces no interesa si se pierde, porque inmediatamente vuelven a gastarlo o a reponerlos.