Este martes 17 de junio se desarrollará en Huaraz la décimo séptima sesión extraordinaria de la Comisión Multipartidaria a favor de Chinecas, presidida por la congresista Kelly Portalatino. Esta reunión tiene como objetivo central abordar las observaciones técnicas realizadas al entregable 3 del expediente del Proyecto Especial Chinecas, un hito relevante dentro del proceso de reactivación del proyecto. Sin embargo, la elección del lugar donde se llevará a cabo esta sesión —la ciudad de Huaraz— ha generado más de una interrogante razonable.
La pregunta es inevitable: ¿por qué se ha decidido realizar esta importante reunión técnica y política en Huaraz, cuando el ámbito directo de ejecución del proyecto Chinecas está en la provincia del Santa, especialmente en Chimbote y los valles costeños de Casma, Nepeña, Santa y Huarmey? ¿Qué justifica desplazar a los actores más directamente involucrados —alcaldes, juntas de usuarios, técnicos y agricultores — hacia una ciudad que, si bien es la capital regional, está desconectada geográficamente del territorio del proyecto?
Esta decisión parece poco acertada y hasta contradictoria con los principios de descentralización y territorialidad que deberían guiar toda política de desarrollo regional. Recordemos que todas las sesiones anteriores de esta Comisión Multipartidaria se realizaron en la costa, precisamente donde se vive, se defiende y se necesita con urgencia la ejecución del proyecto Chinecas. La única lógica visible detrás de esta mudanza parece ser de índole política o simbólica, pero no técnica ni práctica.
Más aún, el historial de sesiones muestra que el Gobierno Regional de Áncash, responsable directo de la Unidad Formuladora, ha brillado por su ausencia reiterada en reuniones claves. Entonces, ¿se trata de un intento por “acercar” la Comisión al gobierno regional? Si fuera así, habría que recordar que el deber institucional no se cumple con gestos de cortesía, sino con asistencia técnica constante, participación activa y compromiso real.
Chinecas lleva más de 30 años de postergaciones, promesas inconclusas y estudios engavetados. Hoy, cuando por fin se han iniciado pasos concretos con el acompañamiento de ProInversión ha llegado un consultor que lamentablemente con su esquema presentado deja muchísimas dudas y precisamente las observaciones presentadas en la sesión anterior del 20 de mayo se supone que se evaluarán el martes. El consultor está equivocado y se espera que el martes vaya a Huaraz a resolver preguntas y observaciones.
Desalojo en Tortugas
Lo ocurrido en el balneario de Tortugas, en la provincia de Casma, marca un hito importante en la recuperación de los espacios públicos con visión de futuro. El desalojo de los predios ubicados irregularmente sobre las vías públicas no es simplemente un acto de autoridad, sino una medida indispensable para garantizar la viabilidad de un proyecto de inversión pública que puede transformar sustancialmente el rostro de este emblemático balneario.
Tortugas no es solo un lugar de descanso para los casmeños; se ha consolidado con el tiempo como un destino turístico regional, con un enorme potencial económico y cultural. Precisamente por ello, el proyecto que ejecuta el Plan Copesco —que contempla un malecón, un nuevo ingreso al balneario y un muelle turístico— representa una oportunidad valiosa para poner en valor su belleza natural y mejorar la infraestructura de servicios que tanto se necesita.
La ocupación de vías públicas por parte de quioscos o construcciones informales, aunque en algunos casos tiene historia y rostros conocidos por la comunidad, no puede estar por encima del bien común. Las notificaciones fueron realizadas con anticipación y el proceso de desalojo llevaba meses, postergado una y otra vez. En ese contexto, la decisión de la Procuraduría Municipal, respaldada por la presencia policial, era ineludible.
Es necesario señalar que estas intervenciones deben ir acompañadas de diálogo, información clara y alternativas viables para los afectados. Sin embargo, también debe quedar claro que el desarrollo sostenible de un balneario como Tortugas exige orden, planificación y cumplimiento de las normas. El caos urbano y la informalidad no pueden convertirse en barreras permanentes para el progreso de una comunidad que tiene todo para convertirse en un destino turístico moderno y ordenado.
Ahora que las vías han sido recuperadas, toca a las autoridades correspondientes cumplir con eficiencia y transparencia en la ejecución del proyecto. La ciudadanía espera resultados visibles y que este sacrificio —por doloroso que haya sido para algunos— se traduzca en mejoras concretas para todos: mejor acceso, más turismo, oportunidades económicas y un entorno público digno.