Editorial

Ya no hay excusas, es momento de avanzar con el PTAR II

Con la firma de la Adenda N° 3 entre el Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU) y la consultora Fichtner Water & Transportation GMBH, se ha eliminado el principal obstáculo que frenaba el avance del Proyecto PTAR II, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Chimbote y Nuevo Chimbote. Ahora, ya no hay argumentos válidos para postergar más los trabajos del consultor, cuya responsabilidad es culminar los términos de referencia que permitirán contratar finalmente a la empresa ejecutora de esta obra tan esperada.

Durante años, la contaminación de la bahía El Ferrol ha sido una vergüenza ambiental para la región y un atentado silencioso contra la salud pública. La descarga de aguas servidas y el funcionamiento deficiente de las lagunas de oxidación han causado estragos no solo en el ecosistema marino, sino también en la calidad de vida de los habitantes. Por ello, la implementación del PTAR II no es una opción, sino una necesidad impostergable.

Las demoras acumuladas en este proyecto han tenido distintas causas: desde desaciertos técnicos hasta desfases administrativos, pasando por la falta de coordinación interinstitucional. Pero ahora, con los recursos asegurados, los estudios de campo autorizados, y la voluntad política reafirmada por el propio Ministerio de Vivienda, el escenario es otro. Lo que corresponde es actuar con responsabilidad y sin más dilaciones.

Los trabajos del consultor deben avanzar con rigor técnico y dentro del cronograma establecido. Los términos de referencia son el paso clave para convocar a la empresa que ejecutará las obras civiles. Y si bien es un documento técnico, tiene un enorme peso estratégico, porque de su calidad dependerá la eficiencia, el tiempo de ejecución y la transparencia en la adjudicación del proyecto. La licitación será internacional. Es importante precisar que en este proyecto interviene como un ente que financia parte de la inversión total,  la cooperación alemana, el Banco de Desarrollo Alemán KFW.

No se puede permitir que esta etapa crítica vuelva a empantanarse por trámites innecesarios, indiferencia burocrática o falta de supervisión. La ciudadanía, las autoridades locales y la sociedad civil deben mantener una vigilancia activa y exigir que se cumplan los plazos. El Estado ya ha demostrado que, cuando quiere, puede avanzar; ahora le toca demostrar que también sabe cumplir.

El PTAR II representa la oportunidad de transformar ambientalmente una de las zonas más golpeadas del litoral peruano. No se trata solo de infraestructura; se trata de dignidad, salud y sostenibilidad para miles de familias. Con la adenda firmada y el financiamiento garantizado, el mensaje es claro: no hay más excusas. El reloj ya está corriendo.