Política

GORE Áncash instala 52 equipos de cloración para garantizar agua segura en Centros Poblados

El Gobierno Regional de Áncash (GRA), a través de la Dirección Regional de Vivienda, Construcción y Saneamiento (DRVCS), ha iniciado la instalación de 52 equipos de cloración modelo M1 de goteo con carga constante y doble recipiente, como parte de su estrategia de potabilización y desinfección del agua destinada al consumo humano en zonas rurales.

Esta intervención se viene ejecutando en centros poblados priorizados de 31 municipalidades provinciales y distritales de la región, beneficiando a miles de familias ancashinas que durante años han enfrentado limitaciones en el acceso a agua segura.

La instalación ya comenzó en diversas localidades, entre ellas: San Nicolás (provincia de Huaraz); Mal Paso, distrito de Tinco (provincia de Carhuaz); Los Alisos, Ranrahirca y Pata Pata (provincia de Yungay); Nuevo Progreso y Acobamba (provincia de Yungay); Congas y Maravillas, distrito de Congas (provincia de Ocros)

Estos sistemas de cloración son esenciales para garantizar que el agua consumida por la población esté libre de bacterias, virus y otros microorganismos causantes de enfermedades gastrointestinales. Una cloración adecuada reduce significativamente los riesgos sanitarios y mejora la calidad de vida de las comunidades rurales, muchas de las cuales tienen un acceso limitado a servicios básicos.

Como parte del proyecto, también se viene capacitando a los operadores y miembros de las Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento (JASS) en el manejo y mantenimiento de los equipos, con el fin de asegurar una operación eficiente y sostenible en el tiempo.

La instalación de estos equipos es financiada por el Programa Nacional de Saneamiento Rural (PNSR), que prioriza a las localidades cuyos sistemas de almacenamiento de agua carecen de equipos de cloración o utilizan tecnologías obsoletas, como hipocloradores o clorinadores fuera de uso.

Cabe destacar que estudios recientes revelan que el acceso a agua clorada puede reducir en un 9.6 % la probabilidad de anemia en niños, lo que evidencia el impacto positivo de este tipo de intervenciones en la salud pública.