Fiscalía acumuló graves y fundados elementos de convicción:
Un caso estremecedor de violencia contra la mujer mantiene en vilo a Nuevo Chimbote. La jueza Ana Caroline Vizcarra Huamán declaró fundado el requerimiento del fiscal Juan Ramírez Choque y dictó nueve meses de prisión preventiva contra Julio César Ávila Ramírez (38), sindicado de acosar y atentar contra la vida de su expareja, M.Y.M.P (57).
El imputado, con antecedentes por robo agravado (5 años de condena cumplidos en 2020) y tráfico ilícito de drogas (8 años y 10 meses cumplidos en diciembre de 2023), fue intervenido por la Policía luego de una serie de ataques violentos contra la víctima, pese a que existían medidas de protección en su contra.
La investigación fiscal detalla que Ávila Ramírez hostigaba desde marzo de 2025 a su expareja: la perseguía en mototaxi, se presentaba en su centro de trabajo y hasta en su domicilio, amenazándola de muerte con un desarmador y botellas de gasolina. La situación alcanzó un punto crítico el pasado 2 de septiembre, cuando el agresor le roció combustible en el cuerpo y la insultó asegurando que la prendería fuego.
Pese a las medidas judiciales que le prohibían acercarse o comunicarse con la víctima, el sujeto continuó acosándola. Incluso llegó a golpear la puerta de su casa en horas de la madrugada y a acecharla en los mercados de Garatea y Bellamar, donde ella trabaja vendiendo productos. El miedo llevó a la mujer a dejar de laborar y vivir prácticamente escondida, aterrorizada por las amenazas.
Un informe psicológico oficial concluyó que la víctima presenta afectación emocional severa vinculada a los actos de hostigamiento y violencia. El Ministerio Público lo investiga por los delitos de acoso agravado y agresiones contra las mujeres en contexto de violencia, en concurso real, lo que podría llevarlo a recibir una dura condena.
Este caso reabre el debate sobre la eficacia de las medidas de protección y la necesidad de respuestas más contundentes del sistema de justicia.
La víctima había denunciado en múltiples ocasiones a su agresor, pero las autoridades lo procesaban solo por violencia psicológica, permitiendo que quedara en libertad hasta llegar a este extremo.