La confirmación de que el buque científico de investigación pesquera y oceanográfica “Haydee Santander” será construido íntegramente en los astilleros de SIMA Chimbote marca una etapa que no debemos dejar de mencionar porque antes de convertirse en el actual astillero, no debemos olvidar que fue Picsa SA era el astilleros que pertenecía al grupo Oyssa de propiedad de Luis Banchero Rossi, desde esa época se construían barcos de hasta 700 toneladas. Todos ellos pesqueros, atuneros con refrigeración.
Posteriormente con Sima Astilleros se han construido patrulleras marítimas para la Marina así como también barcos pequeros para pedidos de armadores pesqueros. Es decir, es un centro operativo donde siempre hubo actividad. Ahora con el anuncio de la construcción del buque científico para Imarpe sin duda que se trata de avances para resaltar por la modernidad y tecnología que se utilizará.
Este proyecto no solo representa un avance en la capacidad científica del Perú, sino también una oportunidad para dinamizar la economía local, fortalecer la industria naval y generar empleo de calidad en un contexto donde estos factores resultan determinantes para el desarrollo.
El convenio suscrito entre SIMA Perú y el consorcio coreano Samwon-STX-KOMAC es un ejemplo concreto de cooperación internacional con beneficios tangibles para el Perú. No se trata de un simple contrato de compra de una embarcación, sino de un compromiso que incluye diseño, construcción, supervisión, transferencia tecnológica y puesta en operación. La decisión de fabricar el buque en Chimbote es, sin duda, un reconocimiento a la capacidad instalada de los astilleros y al talento humano que allí labora, que tendrá la oportunidad de capacitarse y mejorar sus competencias profesionales en ingeniería naval, mecánica, electrónica y otras especialidades.
Los 600 empleos directos que se generarán durante el proceso constructivo son más que una estadística: representan sustento para cientos de familias, dinamismo para el comercio local y movimiento para sectores conexos como transporte, servicios y provisión de materiales. La experiencia internacional demuestra que proyectos de esta magnitud tienen un efecto multiplicador que genera empleos indirectos y dinamiza la economía de manera sostenida mientras dura la ejecución.
Pero el impacto trasciende el aspecto económico inmediato. La transferencia tecnológica que implica el convenio permitirá que los ingenieros, técnicos y operarios peruanos incorporen conocimiento de última generación, posicionando a SIMA y a la industria naval peruana en un nivel competitivo frente a estándares internacionales. Esta oportunidad de aprendizaje es estratégica: lo que se gane en experiencia podrá aplicarse en futuros proyectos de construcción y mantenimiento de embarcaciones, civiles y militares, abriendo un horizonte de mayor autonomía tecnológica para el país.
En el plano científico, el “Haydee Santander” será una herramienta crucial para fortalecer la capacidad del IMARPE en la investigación pesquera y oceanográfica. Con tecnología de punta, el buque permitirá realizar estudios más precisos sobre la biomasa de anchoveta, la variabilidad climática y el estado de los ecosistemas marinos. Esta información es vital para la gestión sostenible de los recursos pesqueros, que constituyen una de las principales fuentes de ingreso de divisas para el Perú.
La construcción de este buque es, en suma, una noticia alentadora en medio de un panorama económico complejo. Chimbote, históricamente vinculado al mar y a la industria pesquera, recupera protagonismo con un proyecto que lo coloca en el centro de la innovación y la tecnología naval. Si el proceso se ejecuta con eficiencia y transparencia, el “Haydee Santander” no solo surcará los mares recolectando datos científicos, sino que será el símbolo de una ciudad y un país que apuestan por el conocimiento, la industria y el desarrollo sostenible.