Editorial

No hay otro camino

Desde los últimos días de la semana anterior,  volvió a  aparecer en la escena pública el rector de la Universidad San Pedro Javier Ulloa Siccha. Lo hizo a través de una conferencia de prensa y además con un pronunciamiento que emitió a congresistas con el objetivo de restarle méritos a la votación que se realizará en  el pleno del Congreso de la República, sobre el dictamen de las universidades asociativas creadas por ley y que no están licenciadas.

Desde esta columna editorial hemos opinado en varias oportunidades sobre la gestión de Javier Ulloa desde mayo del 2023 en la referida casa de estudios y como ha utilizado una serie de circunstancias fuera de las normativas ha sufrido reveses que han afectado a la universidad, al extremo de llevarla al borde del abismo, porque no está licenciada y tampoco puede hacerlo, por no tener personería jurídica  y tiene fecha de cierre que es marzo del 2026.

Lo que ha pasado desde que se eligió rector y asumió esa función,  es de su absoluta responsabilidad, tanto de él como su entorno cercano como son los vice rectores y además, aunque parezca increíble de la asamblea universitaria que la manejó como quiso y que permitió que siguiera al frente a pesar que se conocieron las observaciones de los registros públicos.

Como para coronar su semana envió un pronunciamiento de nueve paginas a los congresistas que estaban a su alcance con la finalidad que voten en contra de esa segunda votación para las universidades asociativas creadas por ley y que no están licenciadas como la Universidad San Pedro. En sus argumentos hace mención a una serie de factores que están fuera de discusión pero el más llamativo es cuando se refiere a los registros públicos.

Manos negras, oscuros intereses económicos y políticos están en contra de la universidad. Son ellos los que han propugnado estos proyectos de ley y que su objetivo es cerrar la universidad porque si se promulga y como afirma sobre la intangibilidad de la infraestructura no habrá como mantener económicamente la universidad. Eso dice en ese apócrifo pronunciamiento.

Eso le preocupa y lo otro es que definitivamente al promulgarse  esa ley, porque se hará de todas maneras, ese será instrumento legal para salvar a esa casa de estudios, él deberá dar un paso al costado. Ese paso al costado que nunca dio,  cuando debió hacerlo apenas se conoció la tercera observación de SUNARP, no lo hizo porque al dar un paso al costado,  no iba ser rector más,  porque de haber habido elecciones él no iba a ser tomado en cuenta.

Hoy todos sabemos que cuando hay gestores todo puede funcionar, cuando hay voluntad , pero él no tenía voluntad de nada y su grupo de igual manera sobre todo aquellos integrantes de la asamblea universitaria que debió vacarlo y no lo hizo. Ellos son responsables de este descalabro y lamentablemente en la Fiscalía aun esas denuncias valientes no se terminan de dictaminar.

Aquí creemos que esa ley será el instrumento legal,  para que los gestores trabajen por esos dos años donde  se debe optar por volver a normalidad jurídica. Los que no quieren se deben de ir, porque hay restos y rezagos de esa asamblea universitaria llena de personas con títulos y grados, negativas  que pensaban al revés y que por ellos hoy se suman las consecuencias.

Ahora hay elecciones que no tienen validez, incluso está esa persona que salió en ese Comité Electoral espurio que llevo a Ulloa al rectorado. Esas personas no deben estar más en la universidad. Debe haber mano dura para ordenar la casa, porque no habrá otra forma de mirar al futuro con la frente en alto.

El día que se apruebe la segunda votación, en ese momento se acabó  este etapa triste y lamentable de la universidad,  pero inmediatamente se debe empezar otra,  con energías y con el instrumento legal a la mano para trabajar esos dos años ajustándose los cinturones,  pero firmes con convicción para salvar esta casa de estudios. No hay otro camino.