No es la primera vez que hechos de esta naturaleza salen a la luz. El secado de residuos de productos hidrobiologicos, es una actividad que necesita permisos, pero usualmente eso no ocurre. Por el contrario, en nuestra provincia se han vuelto recurrentes, lo que hace imperativo que se intensifiquen las intervenciones y se actúe con firmeza para cortar de raíz estas prácticas.
Ahora la Fiscalía del Ambiente ha intervenido pampas de secado en Coishco y la denominada Pampas Chimbote (campiña). Intervenciones como esta han sucedido, siempre, pero lo que no informa la Fiscalía como terminan las investigaciones y queda en el ambiente que la fiscalización es débil y que la impunidad sigue siendo el terreno fértil donde estas irregularidades prosperan.
Un ejemplo claro lo encontramos en el sector de las conserveras que elaboran productos hidrobiológicos enlatados sin licencia. Aquí, en estas páginas hemos publicado por ejemplo la intervención en Arequipa de un lote de más de diez mil conservas que tenían códigos duplicados, fabricados en Chimbote, pero no se supo más de esa intervención y donde estuvo de por medio Sanipes.
Las imágenes de la intervención en Coishco en la zona de Huamanchacate son reales y nos dan a conocer cómo se trafica con los restos de los productos hidrobiológicos y que lógicamente no tienen permisos sanitarios y contaminan el ambiente y los alrededores.
Esta situación no solo vulnera las normas sanitarias y comerciales, sino que también pone en riesgo la salud del entorno, pero fundamentalmente la informalidad es la que predomina y las entidades del estado que deben ser las fiscalizadoras, aquí no existen, para estos casos.
En el caso de la industria conservera es igual, porque están de por medio los empresarios formales que sí cumplen con los estándares exigidos. La informalidad y la ilegalidad en la industria pesquera es una realidad que no se puede ocultar.
Es hora que las autoridades competentes municipales, regionales y nacionales dejen de actuar de manera reactiva y establezcan mecanismos de vigilancia permanente. Aquí se prioriza a los informales se necesitan investigaciones profundas que identifiquen a los responsables, que determinen las redes de complicidad y apliquen sanciones efectivas, incluyendo procesos penales si corresponde.
La ciudadanía también debe ser vigilante. La denuncia oportuna es una herramienta poderosa para destapar este tipo de irregularidades. Sin embargo, el verdadero cambio llegará cuando los organismos de control asuman su responsabilidad con decisión y cuando se establezca una cultura de legalidad que no tolere el juego sucio en la economía.
Que la intervención de la Fiscal del medio ambiente sirva para profundizar esa actividad ilegal de secar los restos de productos hidrobiológicas que contamina el ambiente y que debe ser combatido por los sectores del estado encargados de regular la actividad pesquera
Si no se actúa con energía ahora, la repetición de estos hechos seguirá minando la confianza en las instituciones y generando un terreno de desorden que afecta el desarrollo de la región. Penalizar a quienes lucran a costa de la salud pública y la formalidad empresarial es una obligación ineludible si queremos construir una sociedad más justa y segura.