En la puna de Conchucos, en el centro poblado de Tumabamba, a 4,100 metros de altura, vive una sola familia dedicada a la crianza de animales. La distancia y la poca accesibilidad, sin embargo, no fueron obstáculos para que dos censistas de la subsede Pallasca del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) cumplieran con su misión en el Censo de Población y Vivienda 2025.
El censista Kenyi Cornelio Monzón y la supervisora de sector Leydi Borja Cazana partieron de la ciudad de Conchucos a las 3:30 a.m. a bordo de una motocicleta, en medio de una fuerte lluvia. Durante dos horas recorrieron caminos difíciles y, debido a la pendiente del cerro, tuvieron que continuar a pie el resto del trayecto.
En el camino encontraron a familias que viven a grandes distancias entre sí. Antes de llegar a la cima del cerro, censaron seis viviendas. En una de ellas, habitada por una anciana de 95 años y su nieta, la supervisora Borja incluso colaboró en el nacimiento de un becerro.
Luego de varias horas de caminata en un clima helado, llegaron finalmente hasta la cima, donde vive una familia conformada por dos adultos mayores y su hijo, dedicados al pastoreo. “Nuestra misión es que ninguna persona se quede sin ser censada. Nos atendieron dos personas muy amables que nos facilitaron la información. Agradecemos mucho esa disponibilidad”, expresó el censista Kenyi Cornelio.
El Censo de Población y Vivienda culminará el 31 de octubre, y los censistas continuarán desplegándose en todos los sectores del país, incluso en los lugares más alejados y de difícil acceso. Al respecto, el director del INEI Chimbote, Eli Álvarez Reyes, destacó: “Este esfuerzo refleja el compromiso de nuestros censistas. No importa lo lejos o difícil que sea el camino, llegaremos a cada rincón porque cada peruano cuenta y debe estar representado en este censo nacional”.