Opinión

Gálvez: un mito extinto

Por: JUAN TERUEL F.

La verdad de hoy no será la verdad de mañana. Una verdad es válida solo para una época. Contentémonos, con una verdad relativa. Sutilizando las cosas en el tiempo y el espacio, nada es absoluto, todo es relativo.

A la luz de este parágrafo, podremos decir lo que sucede con el club “José Gálvez”, identificado como el equipo futbolístico mas popular de Chimbote desde sus inicios, cuando sus hinchas acérrimos crearon un mito en su equipo, hacia el cual se movían con fe vehemente y activa.

Lo testimonian sus triunfos y obtención de campeonatos en la liga distrital. En copa Perú y su incursión al futbol profesional.

Igualmente, la recaudación de sus taquillas en apoyo a su grandiosidad, lo cual hacia latir su corazón con sentimiento y pasión para corear el gol.

Aquel “Gálvez” encarnaba la fuerza revolucionaria de un pueblo, cuya ciencia estaba en su fe en su pasión en su voluntad. Aquella fuerza religiosa, mística, espiritual, era la fuerza del mito que ni la razón ni la ciencia podían satisfacer toda la necesidad de infinito que hay en el hombre. La propia razón se encargó de demostrar a sus hinchas que ella no les basta. Que únicamente el mito posee la preciosa virtud de llenar su yo profundo. Por eso, el hincha galvista puso su fe su esperanza, en el mito del equipo de la franja roja, porque simboliza el espíritu popular porteño.

La historia del club “José Gálvez” es la mas brillante de los elencos del futbol chimbotano. Sin desmerecer la historia de otras entidades como: “Alianza Miramar”, “Strong Boys”, “Siderperu”, “Unión Juventud”, “América de Samanco” que dieron prestigio al balompié de Chimbote, “José Gálvez”, fue mas allá, al rebasar sus méritos hacia otros fueron de categoría superior, donde expuso la técnica y sutiliza de su juego.

“Gálvez” es el cuadro preferido por la gente criolla noble o sencilla. La adhesión de sus seguidores no se sostuvo en razonamientos, Gálvez no se discute.

Por su tradición académica y espíritu conservador requiere temple. Aquellos tiempos. Los hinchas de los otros cuadros odiaban a los galvistas y los desprecian.

Cada derrota era festejada por el resto de la afición deportiva.

Pero en el triunfo no hay festejo más alegre y sincero. Ni más compadrón. Así es Gálvez para bien y para mal.

Este menesteroso retrato de la divisa galvista, nos permite vislumbrar que hay un espíritu galvista, como de otros equipos, incluso anteriores a ellos.

Cualquier historiador sensible podría reconocer sin consultar documento alguno, las preferencias deportivas de cualquier siglo.

Sócrates filósofo y maestro, al atraer a la juventud ateniense, predicando la verdad y el bien. A viva voz decía: esas virtudes, cuál franja en el pecho, reluce en la profundidad de su alma. Por ese método, sus enemigos lo obligaron a beber la cicuta.

Aristóteles, su filosofía por su profundidad y rigor sistemático, se caracteriza como académico, por las normas de sus enseñanzas, en cuyas clases se cultivó el espíritu galvista.

Los Borbones, familia noble europea, por los tronos, eran fervientes seguidores de la banda.

En términos generales, puede asegurarse que toda la Edad Media, fue de otros clubes y el Renacimiento de Gálvez.

Por lo demás, Don José Gálvez Egusquiza, héroe continental en el combate del 2 de mayo en el callao, es el padre del equipo.

Pero como los tiempos cambian, ahora esa fuerza del mito ha quedado sin efecto. Desandar sus pasos sería volver al mismo lugar para verificar que “Gálvez”, sucumbió en su mitología; muerto por los demagogos del oportunismo. Todos los intentos de resucitar mitos pretéritos, resultan enseguida al fracaso. Nada más estéril que pretende reanimar un mito extinto.

Los pasos dados por nuevas directivas, en su intento de lograrlo, han sido paliativos con entusiasmo ilusorio. Una lógica, sin teoría del conocimiento.

Quienes asumen los destinos de un club, revisan los estatutos que rigen sus normas sociales, económicas y deportivas a fin de saber la verdad y falsedad de su situación; tras lo cual hacen sus cálculos de inversión.

En el caso reciente de la fase zonal de Copa Perú, el equipo chimbotano ha sido una recolección de jugador de polladas, con un forward que fue score en un campeonato de fiestas patronales; cuyo entrenador, cuál sastre de corte y confección, al apreciar un terno que no se sabía cuál es la tela del pantalón la cual la de los parches, debió sugerir la confección de uno nuevo y no aceptar el remiendo de lo viejo y lo roto.

Eso es lo que ha sucedido con esta recopilación de jugadores, cuyos integrantes dado su ímpetu juvenil, desconocen los valores, por falta de vivencia valorativa. Se sienten como los demás, dependientes de su tiempo de su sociedad y de su educación.

El José Gálvez F.B.C. una entidad deportiva que representa a una ciudad de medio millón de habitantes, necesita una reorganización con el apoyo de socios solventes o una empresa, cuyo gravamen a sus factures de producción por el Estado; puede tener una degradación en sus impuestos y se van a emplear a favor del desarrollo del deporte.

Esta sociedad empresarial ve por conveniente el aval del gobierno y el acuerdo de los socios de la institución, se animará a determinar la formulación y evaluación de un proyecto de inversión a favor del club; mediante la viabilidad comercial, técnica, legal y financiera en base a cálculo de inversión: ingresos y egresos que sustenten la estimación del rentabilidad del proyecto.

En esa forma operativa en afamado club, podrá restituir su prestigio social y deportivo conformando un elenco futbolístico apto para competir en torneos nacionales e internacionales, para puritano recreo de nuestra sociedad cada vez más existente por un cambio en su manera de ser conocida la ciudad.

Chimbote un núcleo de civilización capitalista, ombligo y motor de la vida económica de esta región del departamento. Una ciudad que vive de sus fuerzas y poderes económicos, porque representa fundamentalmente un foco de trabajo y cambio. No puede estar supeditado a un anacronismo político donde juega rol primario el capitalismo.

Esto se llama chimbotanismo desarrollo integral y molara de las condiciones de vida de la comunidad Chimbotana, ideal de quienes nacieron en esa tierra de promisión que proyectó Enrique Meiggs y ratificó Tovar: una ciudad del presente proyectada hacia el futuro.

La rehabilitación del estadio “Manuel Gómez Arellano”, que no tenemos cancha reglamentarias para práctica de fútbol Oficial.

Esta verdad relativa, aunque se crea absoluta por el bien del deporte y progreso de la ciudad con un Estadio moderno, solo requiere de equipo competitivo, en el fútbol profesional e internacional.

Ahora expresamos la acción de los hechos como refirió “Cantinflas” al expresar cuando salió aquel que dijo “pienso luego existo” quedó súbitamente demostrado que el hombre mientras existe, goza de la libertad de pensar, porque ya cuando se muere, ni caso tiene que siga pensando.Estamos.