Caso USP:
Queman sus últimos cartuchos. El ex rector de la Universidad San Pedro Gilmer Augusto Díaz Tello ha enviado una carta notarial al jefe de la Superintendencia Nacional de Registros Públicos – Chimbote con la finalidad de inscribir el estatuto de la Universidad San Pedro 2018. En dicho documento Díaz Tello da cuenta que Rogelio Castañeda Gamboa en representación de la Universidad San Pedro ha presentado ante SUNARP – Chimbote a través de una notaria local un expediente para inscribir el estatuto del 2018.
Como es de conocimiento público y Díaz Tello lo resalta en su carta, la SUNARP emitió una esquela denegando esa inscripción y a raíz de esa negatoria acudieron al orientador de la SUNARP quien les manifestó un camino para levantar esas observaciones.
Ese camino era realizar una reapertura de las sesiones que aprueba el estatuto 2018 y que debería hacerse con todos los miembros asistentes de la asamblea universitaria de entonces a dichas sesiones.
Díaz Tello indica en la carta que no se puede realizar esa sesión de asamblea de ese entonces porque hay 5 miembros fallecidos. Los fallecidos son Ana María Nazario García (ex decana de Facultad de Ciencias de la Salud), Manuel Hermosa Conde (ex decano de la Facultad de Ingeniería) y los profesores Víctor de la Cruz Ruiz, Gonzalo Peralta Silva y el representante de la asociación civil promotora San Pedro, Guillermo Vidal Rivadeneyra.
Díaz Tello se ha visto precisado a remitir esa carta notarial, pues el día 10 de octubre recibió otra carta notarial de Rogelio Castañeda Gamboa donde lo conminaba para cumplir con la auto ejecución de sentencia del Tercer Juzgado Civil, que ya había sido notificado para firmar y regularizar la inscripción del Estatuto 2018 ante SUNARP.
Le indica en la carta que de no cumplir con la sentencia del juzgado tomarán acciones administrativas, civiles y penales correspondientes. Además, le requiere que informe el número de trámite y expediente administrativo que se haya generado con la solicitud de ingreso.
Estas acciones son evidentemente llamativas, pero hablan por si solas de agotar sus gestiones para inscribir lo que no se puede hacer. Quizás quieran resucitar a los muertos. Además, falta la promulgación de la ley de salvataje pues posteriormente sabremos cuando estará por Chimbote la comisión que se va a formar y a partir de ahí los integrantes de esta gestión volverán a su calidad de simples profesores.

