INFORME IPE
El IPE presentó el Índice Regional de Sostenibilidad Ambiental – IRESA 2025, que mide el desempeño ambiental de las regiones a través de 14 indicadores agrupados en los pilares Calidad Ambiental y Gobernanza ambiental y gestión de riesgos. Los resultados del IRESA reflejan que las regiones con mayor sostenibilidad ambiental también alcanzan una mayor competitividad y crecimiento económico.
Áncash ocupa el puesto 11, su máximo histórico y escaló una posición respecto del ranking reconstruido para el 2019. Este resultado se explica por aumentos en la disposición adecuada de residuos y el uso de energías limpias, aunque persisten retos como el aumento de las viviendas informales y la baja ejecución destinado a prevención y reducción de desastres.
Calidad ambiental en ascenso
En el pilar Calidad ambiental, Áncash subió tres posiciones frente a 2019 (del puesto 12 al 9). En este periodo la región mejoró su manejo de residuos: la proporción de la población que vive en municipalidades que disponen de sus residuos en rellenos sanitarios o los reciclan creció de 36.9% en 2019 a 59.0% en 2025. Asimismo, el porcentaje de hogares que usan gas natural, GLP o electricidad para cocinar aumentó de 72.7% a 80.7%; sin embargo, aún está por debajo del promedio nacional de 89.5%. Este progreso estaría vinculado con una mejora general en la calidad del aire: desde 2019, la presencia de material particulado fino PM2.5 bajó de 25.1 microgramos por metro cúbico a 23.9.
PERÚ
Disposición adecuada de residuos sólidos, 2019 vs 2025
(% de la población que vive en una municipalidad (provincial o distrital) que dispone de sus residuos en rellenos sanitarios o por reciclaje)
Desafíos en gestión y gobernanza
En el pilar de Gobernanza ambiental y gestión de riesgos, Áncash ocupa el puesto 19. A pesar de permanecer en el tercio inferior en este pilar, la región ha logrado avanzar tres puestos desde 2019. Esto se explica por la reducción de conflictos socioambientales activos, que pasaron de 1.4 por cada 100 mil habitantes en 2019 a 0.4 en 2025, cerca del promedio nacional (0.2). También se incrementó la superficie de áreas verdes en espacios públicos conservadas por municipalidades, de 0.4 a 0.8 metros cuadrados por habitante.
Pese a las mejoras, Áncash continúa siendo la tercera región del centro con menor puntaje en este pilar, solo por encima de Huánuco y Pasco. Uno de los principales retos por resolver es la expansión de viviendas informales, que pasaron de representar el 48.1% del total de viviendas a 61.4% en los últimos seis años. Además, la ejecución del gasto en prevención y reducción de desastres se mantuvo estancada, al pasar de 72.3% en 2019 a 71.4% en 2025. Esta cifra se ubica por debajo del promedio nacional (87.8%) y es la tercera más baja del país.
Para mejorar su desempeño ambiental, Áncash debe ordenar la expansión urbana, a través de la ejecución y cumplimiento de los planes de desarrollo urbano. Para mejorar en la gestión de agua y saneamiento, se deben actualizar estudios tarifarios y ejecutar proyectos aprovechando la colaboración público-privada para mejorar la efectividad de las EPS y las plantas de tratamiento de aguas residuales. Asimismo, es prioridad que las autoridades sean eficientes en el uso del presupuesto para proyectos de prevención ante desastres naturales, para así mejorar la resiliencia climática a través de la inversión pública.

