Editorial

Sedachimbote sigue con directorio vencido

Desde mayo del presente año, el directorio de Sedachimbote debió renovarse, pues vencieron los mandatos de sus tres integrantes. Sin embargo, han transcurrido más de seis meses y la empresa prestadora de servicios de agua y saneamiento continúa sin contar con un directorio formal, reflejo del desinterés, la descoordinación y la falta de responsabilidad de las instituciones que integran su Junta General de Accionistas.

El reciente anuncio de la renuncia de Víctor Sichez, hasta entonces presidente del directorio, ha vuelto a dejar al descubierto la crisis interna de Sedachimbote. Aunque oficialmente se habló de “causas de fuerza mayor”, la verdadera razón fue su intención de participar como candidato en las elecciones generales de 2026. Ante su salida, los directores restantes designaron como encargado a Edilberto Ñique Alarcón, en un intento por no dejar acéfala la conducción de la empresa. Sin embargo, esta designación es solo una medida temporal que no resuelve el problema de fondo: la ausencia de un directorio legítimo y funcional.

De acuerdo con las normas que rigen a las EPS, los directores deben ser propuestos por las municipalidades que conforman la Junta Empresarial. En el caso de Sedachimbote, participan las provincias del Santa, Casma y Huarmey, siendo la primera la que posee el mayor porcentaje accionario y, por ende, mayor poder de decisión. La Municipalidad Provincial del Santa propuso como candidatos al gerente municipal Luis Luna y al gerente de Rentas Francisco Casmayor, pero ambos fueron observados por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) al no cumplir con los requisitos del proceso de selección.

Por el lado de la sociedad civil, se presentaron varios postulantes, entre ellos Yuri Pérez Reyes, respaldado incluso por dos colegios profesionales. Se realizaron dos procesos de evaluación, y aunque se conoció que siete candidatos superaron los filtros, hasta ahora no se ha publicado un resultado final ni se han efectuado las designaciones correspondientes.

El panorama se complica porque el Gobierno Regional de Áncash, que también tiene derecho a presentar candidatos, no ha propuesto ninguno. Esa omisión impide completar el trío de directores que la ley exige para que la empresa funcione con normalidad.

Cada semana que pasa sin que se conforme el nuevo directorio profundiza la sensación de improvisación y abandono. No se trata solo de un trámite burocrático, sino de una decisión que impacta en la gestión del agua, un recurso esencial para la vida y el desarrollo.