El Nuncio Apostólico Paolo Rocco Gualtieri, visito ayer la localidad de Pariacoto y llegó hasta el lugar del martirio de los beatos polacos Miguel y Zbigniew, en una jornada llena no solo de meditación sino de alegría que la compartió con los niños de la escuela del lugar que lleva los nombres de los beatos.
Acompañado por el Obisco Angel Ernesto Zapata Bances, llegaron al lugar del martirio, donde escucharon en silencio y oración— la historia de aquel amor que se quedó para siempre en esta tierra. Allí oró profundamente, y más tarde también ante la tumba de los beatos.
En la víspera el Nuncio visitó, Santa y estuvo en la parroquia Señor de la Agonía de Rinconada y el lugar del martirio del beato Sandro Dordi. Oró por el beato que entregó su vida por el Evangelio y por los pobres.
Luego estuvo en la parroquia de Santa, donde presidió la Eucaristía en el Santuario del Señor Crucificado. Antes de la Misa mantuvo un encuentro fraterno con fieles que conocieron al Beato Sandro, quienes compartieron recuerdos vivos de su cercanía y entrega misionera.
En la página de la Diocesis, afirma que se trata de una visita marcada por la memoria, la gratitud y el testimonio luminoso de los mártires de Chimbote.

