Innecesario y mezquino recurso:
La Segunda Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia del Santa admitió a trámite el recurso de casación interpuesto por la Procuraduría Pública Especializada en Materia Hacendaria y la Universidad Nacional del Santa (UNS) contra la sentencia que ordenó el reconocimiento como docente nombrado de José David Medina Moreno, correspondiente a un proceso de Acción Contencioso Administrativo.
La sentencia de segunda instancia, hoy impugnada, revocó un fallo anterior y declaró fundada la demanda, reconociendo al demandante como docente auxiliar a tiempo completo desde el 1 de enero de 2022, así como el pago de reintegro de remuneraciones, beneficios sociales y demás derechos inherentes a su condición, en el marco de la Ley N.º 31349.
Con la admisión del recurso, el expediente será elevado a la Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, instancia que deberá emitir un pronunciamiento definitivo sobre el caso.
“No obstante, las salas de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema han emitido pronunciamientos concordantes a nuestro criterio, y resultan favorables a nuestra posición en otros casos similares. En tal sentido, únicamente es cuestión de tiempo para que todos nuestros procesos judiciales alcancen la condición de cosa juzgada”, así lo manifestó la abogada Zulmira Chero, representante legal de los docentes independientes.
En este escenario, el Dr. Omar Bellido Valdiviezo, formula un cuestionamiento que ya no es solo jurídico, sino profundamente moral: “¿por qué la UNS persiste en impulsar recursos de casación contra docentes que ya cuentan con resoluciones firmes de nombramiento?, considerando que las resoluciones que han reconocido el nombramiento de los docentes han sido expedidas por la presente gestión, pero continúa negando dicha condición, con recursos dilatorios, negando una vez más beneficios laborales que la ley y la justicia ya han reconocido” manifestó.
Asimismo, el problema no se agota ahí y se agudiza. A la fecha, docentes que permanecen en condición de contratados, bajo modalidades como “recibo por honorarios”, así como los docentes del Centro Pre Universitario (CEPUNS), llevarían más de tres meses sin “percibir salario alguno”, pese a estar prestando servicios de manera regular. Se trataría de profesionales que continúan trabajando sin remuneración, sosteniendo con su esfuerzo cotidiano el funcionamiento de la universidad, mientras la gestión responde con silencio.
Omar Bellido, quien hoy eleva su voz reflexiva también fue contratado, y “precisamente por eso no debo permanecer indiferente ante la repetición de estas prácticas. Esto que ocurre no es un hecho aislado: se trataría del mismo patrón que ya se vivió el año pasado, y que vuelve a repetirse de manera cruel en las vísperas de las fiestas navideñas, un tiempo que debería estar marcado por la solidaridad, la confraternidad y la dignidad humana, no por la incertidumbre económica ni la humillación laboral”, agregó.
Estas no son simples descoordinaciones administrativas. Son formas de gobierno que expresan una profunda desconexión con la realidad social de los docentes universitarios, y que destacan una gestión de haber normalizado el conflicto y la mezquindad. No se puede permitir que estas prácticas se institucionalicen en Chimbote ni en ninguna universidad pública del país. Persistir en la dilación, el desamparo salarial y la confrontación, incluso cuando la justicia comienza a imponerse, debilita la gobernabilidad universitaria y debilita la confianza social en la universidad pública, así los sostuvo el catedrático universitario.

