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Primera ‘Urbi et Orbi’ en una plaza de San Pedro abarrotada: «Quien no ama no se salva, está perdido»

El Papa León XIV ha pronunciado su bendición navideña ‘Urbi et Orbi’ por primera vez en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en la que ha realizado una llamamiento a la paz en el mundo y la responsabilidad, a la vez que ha instado a los líderes políticos a «trabajar por la reconciliación».

A pesar del cielo nublado, miles de personas abarrotaron la Plaza de San Pedro en Roma, 26.000 según las cifras oficiales difundidas por Vatican News, para presenciar la bendición navideña.

«Dios, que nos ha creado sin nosotros, no puede salvarnos sin nosotros», observó el Santo Padre, citando el conocido epigrama de San Agustín. «Quien no ama no se salva, está perdido», aseveró. «Este es el camino de la paz: la responsabilidad. Si cada uno de nosotros, a todos los niveles, en lugar de acusar a los demás, reconociera ante todo sus propias faltas y pidiera perdón a Dios, y al mismo tiempo se pusiera en el lugar de quienes sufren, fuera solidario con los más débiles y oprimidos, entonces el mundo cambiaría», ha asegurado León XIV.

Cómo superar todos los conflictos

El Pontífice ha aportado la «fórmula» para superar los conflictos, «todos los conflictos, desde los interpersonales hasta los internacionales»: «Sin un corazón libre del pecado, un corazón perdonado, no se puede ser hombres y mujeres pacíficos y constructores de paz».

El Papa ha repasado la situación de Medio Oriente, Ucrania, Hispanoamérica, Myanmar, Sudán, Haití y otras regiones afectadas por conflictos, violencia y catástrofes naturales, a la vez que ha pedido que los líderes políticos y la comunidad internacional trabajen por la reconciliación, el diálogo y la justicia.

Ha instado a rezar por el «sufrido pueblo ucraniano» para «que se apague el estruendo de las armas y que las partes implicadas, apoyadas por el compromiso de la comunidad internacional, encuentren la valentía de entablar un diálogo honesto, directo y respetuoso».

León XIV ha extendido sus deseos de paz a otras zonas en crisis, como Sudán, Haití y Myanmar, e instó a los líderes políticos de Hispanoamérica a «dar espacio al diálogo por el bien de todos, y no a los prejuicios ideológicos y partidistas», según recoge Ep.

Los que sufren

Finalmente ha enfatizado «la identificación de Cristo con quienes sufren: los pobres, los migrantes, los refugiados, los jóvenes desempleados, los explotados y los presos». «Nos recuerda que abrir nuestro corazón a ellos es abrirlo al mismo Jesús, quien nos invita a compartir su paz y amor», ha argumentado.

En su mensaje de Navidad, también ha citado algunas líneas sobre el tema de la paz de un poema del poeta germano-israelí Jehuda Amichai (1924-2000). Fue la primera vez que un Papa se refería a un poeta hebreo en una bendición ‘Urbi et Orbi’.