El tratamiento de los residuos sólidos es, sin duda, uno de los mayores desafíos que enfrentan hoy las ciudades modernas, y la provincia del Santa no es ajena a esta realidad. Durante años, la gestión de la basura ha sido abordada de manera fragmentada, reactiva y, muchas veces, improvisada, generando impactos negativos en el medio ambiente, la salud pública y la calidad de vida de la población. Por ello, resulta fundamental que este problema estructural sea enfrentado con una visión de largo plazo, a través de un proyecto integral de gestión de residuos sólidos, capaz de ordenar, modernizar y hacer sostenible el sistema de limpieza pública.
En ese contexto, es pertinente destacar que la Municipalidad Provincial del Santa ha empezado a encaminar sus esfuerzos hacia una solución más sólida y responsable, apostando por la modalidad de Obras por Impuestos como mecanismo para concretar inversiones largamente postergadas. Esta decisión no solo permite acelerar procesos que en la vía tradicional suelen estancarse en la burocracia, sino que también abre la puerta a una gestión más técnica, transparente y eficiente, con la participación del sector privado en beneficio de la comunidad.
El reciente desalojo de recicladores informales de las celdas transitorias de residuos en Pampa La Carbonera debe entenderse precisamente en ese marco. No se trata de una acción aislada ni meramente represiva, sino de una medida necesaria para recuperar un espacio público que nunca cumplió su función operativa y que, por el contrario, se había convertido en un foco de riesgo ambiental, sanitario y social. La ocupación ilegal de estas áreas, incluso con la instalación de chozas y chancherías clandestinas, evidenciaba el abandono histórico del sistema y la urgente necesidad de imponer orden.
Garantizar que las zonas destinadas a la disposición final de residuos estén libres de ocupaciones informales es un paso imprescindible para avanzar hacia un sistema moderno de limpieza pública. La presencia de personas ajenas al proceso técnico no solo pone en peligro su propia seguridad, sino que impide cualquier intento serio de mejorar el tratamiento de los residuos. En ese sentido, la intervención municipal, respaldada por la Policía, la Fiscalía y otras instancias del Estado, se ajusta al marco legal vigente y responde a una obligación elemental: proteger el interés público y el medio ambiente.
Sin embargo, este operativo debe marcar el inicio de una nueva etapa, y no quedarse como un hecho puntual. La limpieza pública exige una política integral que incluya infraestructura adecuada, tecnología, planificación territorial, educación ambiental y, por supuesto, alternativas formales para los recicladores, quienes no pueden seguir siendo invisibles ni empujados a la informalidad por la falta de oportunidades. Un proyecto serio debe contemplar su inclusión ordenada dentro del sistema, bajo normas claras y condiciones seguras.
Hoy más que nunca, la ciudadanía espera señales claras de cambio. El tratamiento de los residuos sólidos es un tema actual, urgente y transversal, que impacta directamente en la salud, el ambiente y el desarrollo urbano. Si la Municipalidad Provincial del Santa logra consolidar su apuesta por un proyecto integral, ejecutado mediante Obras por Impuestos y acompañado de decisiones firmes como la reciente recuperación de espacios, estaremos ante una oportunidad real de transformar un problema crónico en una política pública moderna y sostenible. El reto está planteado; ahora corresponde no retroceder.

