Cómo instalar un lavadero de cocina es un proyecto que puedes realizar tú mismo si cuentas con las herramientas adecuadas y sigues cada paso con atención. Este proceso incluye la preparación del área, el corte preciso del tablero, la fijación del lavadero, la instalación de los accesorios de desagüe y la conexión de la grifería.
Aunque puede parecer complejo al principio, con paciencia y una guía clara, lograrás un resultado que transformará tu cocina y te permitirá disfrutar de un espacio renovado y funcional.
La renovación de cualquier espacio del hogar comienza con la elección de los elementos correctos. Los muebles de cocina son fundamentales para crear ambientes funcionales y estéticos, y dentro de ellos, el lavadero se convierte en uno de los componentes más utilizados.
Elegir el modelo adecuado según el material de la encimera y el tipo de instalación puede marcar la diferencia entre una cocina práctica y una que no cumple con tus expectativas.
Desde lavaderos de acero inoxidable hasta opciones de granito o cerámica, cada uno requiere un proceso de instalación específico que garantice durabilidad y un acabado profesional.
Preparación del área y herramientas necesarias
Antes de comenzar con la instalación, es fundamental preparar el espacio de trabajo y reunir todas las herramientas que necesitarás. Asegúrate de que el mueble o la base de concreto donde irá el lavadero esté completamente nivelado y limpio.
Cualquier irregularidad puede afectar el ajuste del lavadero y provocar filtraciones futuras. Utiliza un nivel para verificar que la superficie esté horizontal en todas las direcciones.
Las herramientas básicas incluyen un taladro eléctrico con brocas de diferentes tamaños, una sierra caladora con hoja de corte curvo, destornilladores, llave ajustable, metro, lápiz, escuadra y nivel.
También necesitarás materiales como silicona o sikaflex para sellar, empaquetadura compriband, cinta teflón para las conexiones de plomería y, dependiendo del tipo de lavadero, masilla plástica o cemento para la fijación. Tener todo a mano te ahorrará tiempo y evitará interrupciones durante el proceso.
Despeja completamente el área de trabajo y coloca un balde debajo del espacio donde realizarás las conexiones de plomería. Esto te permitirá recolectar cualquier resto de agua o desechos acumulados en las tuberías antiguas. Si vas a reemplazar un lavadero existente, desconecta primero la grifería y retira cuidadosamente el lavadero viejo, limpiando bien la superficie antes de proceder con la nueva instalación.
Marcado y corte del tablero para el lavadero
El siguiente paso consiste en marcar correctamente el área donde se instalará el lavadero sobre el tablero de la encimera. Coloca el lavadero boca abajo sobre el mesón, alineándolo con los puntos de agua y desagüe.
Con ayuda de un lápiz, marca el perímetro exterior del lavadero. Luego, retira el lavadero y traza una línea interior paralela a la primera, aproximadamente dos centímetros hacia adentro. Esta será la línea de corte real, que permitirá que el lavadero encaje correctamente con su pestaña de sujeción.
Utiliza una escuadra para marcar la ubicación exacta de cada uno de los ojales donde se ajustarán los anclajes del lavadero. Estos puntos son cruciales para la fijación segura del lavadero al tablero.
Con el taladro eléctrico y una broca de ocho milímetros, perfora agujeros en las esquinas interiores del área marcada. Estos agujeros servirán como punto de inicio para la sierra caladora.
Introduce la hoja de la sierra caladora en uno de los agujeros perforados y comienza a cortar siguiendo la línea interior que marcaste previamente. Trabaja con movimientos suaves y constantes para evitar astillar el material del tablero.
Una vez completado el corte, retira la sección central y lima los bordes para eliminar cualquier irregularidad. Coloca el lavadero en el hueco para verificar que encaje perfectamente antes de continuar con la fijación.
Fijación del lavadero según el tipo de material
La forma de fijar el lavadero varía según el tipo de instalación y el material de la encimera. Para lavaderos sobre concreto, es fundamental recordar que el lavadero se instala antes de colocar el cerámico. Aplica masilla plástica o una mezcla de cemento en el borde del mueble de concreto.
Las ranuras del lavadero ayudarán en el anclaje al momento de fijarlo. Presiona firmemente el lavadero sobre la base y asegúrate de que quede completamente nivelado. Una vez que el lavadero esté fijo, procede a instalar el cerámico al ras del mueble, logrando un acabado estético y un sellado efectivo.
Para lavaderos en tableros de melamina o postformado, coloca el lavadero en el hueco cortado y pega la empaquetadura compriband en el perímetro interior. Esta empaquetadura evitará que entre agua y otras sustancias. Fija el lavadero con los ajustadores que trae incorporados, utilizando un destornillador de estrella sin ejercer demasiada presión para no dañar el mueble. Aplica silicona alrededor del borde superior del lavadero para crear un sello hermético adicional.
En el caso de lavaderos para granito o cuarzo, elige modelos diseñados específicamente para este tipo de instalación, que no tengan marcos ni relieves. Pega el borde posterior del lavadero con sikaflex y sella a la base de concreto. Posteriormente, cubre la instalación con el tablero de granito o cuarzo elegido.
En este tipo de instalación, solo se visualizará la poza en profundidad, sin ningún tipo de marco o borde, proporcionando un aspecto limpio y elegante.

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Instalación del sistema de desagüe y accesorios
Una vez que el lavadero esté firmemente fijado, es momento de instalar los accesorios de desagüe. Cómo instalar desagüe de lavadero de cocina requiere atención a cada detalle para evitar fugas futuras.
Comienza insertando el desagüe por el orificio del lavadero, recubriéndolo con un poco de sikaflex o silicona tanto en la parte superior como en los bordes. Coloca la canastilla o rejilla en la parte superior del desagüe y ajusta firmemente desde abajo con la contracanasta correspondiente.
Asegúrate de que todas las conexiones estén bien selladas. La contracanasta debe quedar perfectamente ajustada para evitar filtraciones de agua. Utiliza una llave ajustable para apretar las conexiones, pero sin ejercer demasiada fuerza que pueda dañar las roscas o el material del lavadero. Si trabajas con un lavadero de acero inoxidable o cromado, coloca un trapo entre la llave y la superficie para evitar rayones.
Verifica que el desagüe esté alineado correctamente con la tubería de drenaje que sale de la pared. Esta alineación es crucial para el siguiente paso, que es la instalación de la trampa. Deja que la silicona o el sikaflex se sequen según las indicaciones del fabricante antes de proceder con las pruebas de agua. Este tiempo de secado garantizará un sellado efectivo y duradero.
Cómo instalar la trampa del lavadero correctamente
Cómo instalar trampa de lavadero es un paso fundamental que no debes pasar por alto, ya que este componente bloquea los malos olores y evita el ingreso de insectos por el drenaje.
La trampa más común es la trampa en P, que se ubica debajo del lavadero y se conecta entre el desagüe y la tubería principal. Antes de instalar la nueva trampa, limpia bien las tuberías existentes y sécalas completamente para asegurar un buen ajuste.
Tipos de trampas disponibles
Existen diferentes tipos de trampas que puedes utilizar según tu instalación. La trampa P es la más común y se caracteriza por su forma curva que retiene agua, creando un sello que previene el retorno de olores y gases.
La trampa S es similar pero tiene una forma más pronunciada, ideal cuando la línea de drenaje principal está en el piso. La trampa de botella elimina las curvas tradicionales y cuenta con un recipiente cilíndrico para atrapar agua, siendo más compacta y fácil de limpiar.
Conexión de la trampa al sistema de desagüe
Coloca la trampa conectando un extremo al desagüe del lavadero y el otro a la tubería de drenaje en la pared. Ajusta las conexiones con tus manos primero y luego utiliza una llave ajustable para terminar de apretar. No olvides usar cinta teflón en las roscas para garantizar un sellado hermético. Ajusta la trampa sin ejercer demasiada presión, ya que un apriete excesivo puede dañar las conexiones plásticas.
Verificación y pruebas de funcionamiento
Una vez instalada la trampa, abre el grifo y deja correr agua durante varios minutos para verificar que no haya fugas en ninguna de las conexiones. Observa cuidadosamente cada punto de unión, incluyendo el desagüe, la trampa y la conexión a la tubería principal.
Si detectas alguna filtración, ajusta las conexiones o aplica más cinta teflón según sea necesario. Este paso de verificación es crucial para evitar problemas futuros de humedad o malos olores.
Instalación de la grifería y conexiones de agua
El último paso de cómo instalar un lavadero es la instalación de la grifería. Antes de comenzar, verifica que tengas todos los componentes del grifo, incluyendo las mangueras flexibles de abasto, las arandelas de goma y las tuercas de fijación. Introduce las mangueras del grifo por el orificio correspondiente en el lavadero desde arriba.
Desde la parte inferior, coloca las arandelas de goma y las tuercas de fijación, apretándolas con una llave ajustable hasta que el grifo quede firmemente sujeto.
Conecta las mangueras flexibles a las válvulas de agua fría y caliente que salen de la pared. Utiliza cinta teflón en las roscas para evitar fugas.
Asegúrate de conectar correctamente cada manguera: generalmente, el agua fría va del lado derecho y el agua caliente del lado izquierdo, aunque esto puede variar según el modelo del grifo.
Aprieta las conexiones firmemente pero sin excederte, ya que las mangueras flexibles pueden dañarse con demasiada presión.
Abre lentamente las válvulas de agua y verifica que no haya fugas en las conexiones. Deja correr el agua durante varios minutos para purgar cualquier aire o residuo en las tuberías.
Prueba tanto el agua fría como la caliente para asegurarte de que ambas funcionen correctamente. Si todo está en orden, tu lavadero estará listo para usar. Retira cualquier protección o folio que traiga el lavadero y limpia la superficie para disfrutar de tu nueva instalación.

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La importancia de una instalación correcta en la cocina
Instalar correctamente los elementos de la cocina no solo mejora la funcionalidad del espacio, sino que también previene problemas futuros como filtraciones, malos olores o daños estructurales.
Un lavadero mal instalado puede provocar fugas que dañen los muebles inferiores, generen humedad en las paredes o incluso afecten la estructura del piso.
Por eso, cada paso del proceso debe realizarse con precisión y utilizando los materiales adecuados para garantizar un resultado duradero.
La correcta instalación del sistema de desagüe y la trampa es especialmente importante para mantener un ambiente higiénico en la cocina. Una trampa bien instalada evita que los gases del drenaje ingresen al hogar, mientras que un desagüe correctamente sellado previene filtraciones que pueden generar moho y bacterias nocivas.
Estos detalles, aunque parezcan menores, tienen un impacto significativo en la salud y el bienestar de quienes habitan el hogar.
Si bien este proyecto puede realizarse de manera independiente siguiendo cada paso cuidadosamente, es importante reconocer cuándo es necesario llamar a un especialista.
Si durante el proceso encuentras complicaciones con las conexiones de plomería, el tablero presenta irregularidades difíciles de corregir, o simplemente no te sientes seguro con algún paso, no dudes en contactar a un profesional.
Un gasfitero o instalador experimentado puede resolver problemas complejos y garantizar que tu instalación se complete con éxito, brindándote tranquilidad y un resultado profesional que durará muchos años.

