VERBO
Es más que evidente que son las encuestas las que hicieron reaccionar al Presidente de la República y lo llevaron a emitir un mensaje a la nación anteayer domingo, cuando dio a conocer las primeras medidas de este gobierno en la lucha contra la corrupción. Ocurre que solo el primer mandatario no había advertido que estaba haciendo el ridículo en el tema de la lucha contra la corrupción y, específicamente, en el caso Toledo. La mujer del hoy prófugo de la justicia lo retó públicamente a medir sus palabras porque dijo que estaba dispuesta a decir lo que había hecho y que le conocía lo que hizo la última vez. Frente a este desplante lo que hizo el Presidente Kuczynski es responder a la prensa que en realidad no sabía hablar inglés. De inmediato el efecto en las encuestas no se hizo esperar y por un mes más su porcentaje de respaldo descendió una vez más. La gente no se traga cuentos fácilmente, la posición del jefe de estado permitía advertir que estaba jugando con fuego en un tema tan sensible como las movidas del ex presidente Toledo, en otras palabras por chistoso quedó muy mal. Pero entre las medidas que hemos escuchado todos los peruanos nos encontramos con una que dice: no se permitirá que las empresas condenadas por corrupción tomen parte en los proyectos del estado. Pero la pregunta que todos nos hacemos es ¿a cuantas empresas han condenado en el país por delito de corrupción? Si la memoria no nos traiciona a ninguna, la responsabilidad penal en nuestra legislación es personalísima, en el caso de las personas jurídicas solo responden solo responden los socios o representantes legales. Por ello eso de sancionar que las empresas que resulten sentenciadas por corrupción es algo lírico, una frase hecha para las tribunas y puro verbo.
CONSECUENCIA
La verdad es que los hechos que se viven en estos momentos en la política nacional son solo la resultante de la presencia de una clase que se ha podrido paulatinamente en el ejercicio del poder. Son años que se viene advirtiendo de la corrupción en los altos cielos del poder y nadie quiere enfrentar el flagelo, por el contrario, muchos han preferido sumarse a él. Por ello ahora en las encuestas se escucha y advierte la decepción real de la gente con respecto a la clase política en general, al margen de los colores partidarios y de los nombres, quienes han quedado en el espectro electoral y quienes tienen pensado candidatear en los próximos comicios la verdad es que tienen que pensarlo dos veces o por lo menos esperar que pase este huracán político. El último domingo, en su habitual jornada de participación política, los seguidores de la agrupación de Julio Guzmán, el movimiento morado, llegó con banderas y pancartas al Balneario de Besique con la finalidad de recolectar firmas que le permitía al candidato a inscribir su propio movimiento y postular por mérito propio y no alquilar una candidatura que lo puede llevar al fracaso como ocurrió en las últimas elecciones. Cuando muchos pensábamos que los “jóvenes morados” tendrían problemas para enfrentar a decenas de personas que tratarían de firmar sus padrones, la verdad es que nos equivocamos de cabo a rabo. La decepción de la ciudadanía no respeta nombres, afecta a la clase política en general y se abstiene ahora de firmar a ciegas, de nada vale que hayan hecho deslindes con “los dinosaurios” como llamó Julio Guzmán a los candidatos sempiternos en el país. Los bañistas se mostraron excepticos de firmar y prefirieron esperar, no quieren comprometer en este momento su respaldo hasta que se conozca el desenlace final de la novela Odebrecht.
ESCASEZ
Las autoridades deben tomar sus precauciones ante la evidente escasez del líquido elemento que ha dejado sin agua a muchos pueblos jóvenes y asentamientos humanos, en donde el calor hace presa fácil de niños y ancianos. Sedachimbote y los municipios deben tener en cuenta que estamos en una temporada especial, en la cual las temperaturas han roto los barómetros y se tiene que proteger a la gente. Se sabe que el problema no son la limpieza de los canales sino el déficit de recurso hídrico que han ingresado a las pozas de almacenamiento de Sedachimbote como consecuencia de las lluvias que han cargado los ríos con aguas turbias y de lodo. Entretanto, tienen la obligación de remplazar ese déficit con el suministro a través de cisternas como lo ha hecho la Municipalidad de Nuevo Chimbote. Los sectores más deprimidos no pueden quedarse sin líquido elemento, especialmente en estos tiempos en que la temperatura nos tiene adormilados y abochornados.