Opinión

JALADO Y DEFENESTRADO

Por: FERNANDO VALDIVIA CORREA

Hace unos días, corrió el rumor que José Domingo Pérez Gómez, miembro del Equipo Especial Lava Jato, barajaba la posibilidad de dejar el Ministerio Público para asumir como Juez Superior. Bueno, eso no ocurrió, por lo menos lo segundo. Resulta que el último fin de semana, la Junta Nacional de Justicia publicó los resultados de los postulantes aprobados de haber rendido el examen de conocimiento, no encontrándose el controvertido Fiscal Provincial. En otras palabras, no alcanzó siquiera la nota mínima (66.6 de 100 puntos) para continuar con la siguiente fase de evaluación curricular. Igual suerte corrieron Geovana Mori y Walter Villanueva, también integrantes de este cuestionado Equipo Especial. Una vergüenza, aunque no sorprende.

Popularmente conocido por sus polémicas declaraciones de culpabilidad, sobre todo, de la señora Keiko Fujimori (inclusive logró -junto al juez canero Richard Concepción Carhuancho- prisión preventiva hasta en dos oportunidades), así como por sus afilados comentarios en contra del entonces Fiscal de la Nación, Pedro Chávarry Vallejos, quién intentó -sin éxito- removerlo a fines de 2018, exigiéndole luego su renuncia como Titular Supremo. Empoderado por el exmandatario Martín Vizcarra Cornejo y aupado por un gran sector de la prensa palaciega, Pérez Gómez se encontraba endiosado al punto de ser considerado como el “personaje del año” aquél 2018 por dos canales de televisión de corte caviar, obteniendo puntaje muy por encima del profesor Ricardo Gareca, en ese momento victorioso seleccionador de nuestra bicolor.

Pero como todo lo que sube tiene que bajar, le tocó el turno a José Pérez. Y como reza un añejo refrán “siéntate en la vereda de al frente y verás el cadáver de tu enemigo pasar”. Ni cadáver, y menos enemigo. No lo conozco, y en realidad tampoco interesa. Lo que sí es que se trata de un magistrado con capacidad limitada; es decir, si en algo se preocupó fue en cuidar, alabar y cuasi mitificar su imagen de héroe nacional, y jamás en capacitarse. Solo basta apreciar cuando a fines de enero pasado, el Juez Víctor Zúñiga le devolvió por novena vez el expediente del Caso Cocteles (involucrada Keiko Fujimori) para que lo corrija y reformule. Simplemente un ídolo de barro, servil a los intereses del mitómano Vizcarra Cornejo y la caviarada.

Y, respecto del primer punto; esto es la posibilidad que deje el puesto actual, en estos momentos este caballero se encuentra en proceso de ratificación. Consideramos que lo más consecuente, a la luz de los hechos mostrados, es que la JNJ no lo confirme, procediendo con ello a defenestrarlo del cargo.

(*) Abogado