Editorial

Editorial: ::: A LA HORA NONA :::

Por fin el Gobernador Regional Enrique Vargas Barrenechea llegó a nuestra ciudad en plan de trabajo y, específicamente, para visitar los pueblos afectados por las lluvias y vientos huracanados que provocaron desbordes de los ríos, deslizamientos en los cerros, bloqueos y aislamiento de los pueblos en el interior de la provincia.

Aun cuando es censurable que las autoridades reaccionen solo después que los pueblos son golpeados por la naturaleza, por lo menos la reacción del gobernador ha sido la adecuada, aun cuando cierto es que ha sido empujada y obligada por las autoridades y dirigentes de la provincia y los medios de comunicación que advirtieron rápidamente la inacción de la máxima autoridad del gobierno regional.

Recordemos que la semana pasada se inició con una justificada protesta del alcalde Valentín Fernández Bazán, quien planteó públicamente que se realice un plantón en la puerta del gobierno regional a efectos de exigir al Gobernador Regional que disponga los recursos y la maquinaria de la Región en la asistencia de los pueblos que para entonces ya comenzaban a perjudicarse con las lluvias y alertaban de un peligro mayor.

Para entonces ya el Gobierno Central había expedido el Decreto Supremo mediante el cual declaraba en emergencia los Pueblos de la Región Ancash ante el incremento de las lluvias y huaycos en diferentes partes del país, lo que quería decir que el gobierno regional estaba en disposición de poder llevar ayuda de manera directa, al margen de una licitación o procedimiento de selección que suelen tomar mucho tiempo.

Inclusive, el alcalde sureño advirtió que habían pasado 72 horas desde que se había decretado la emergencia y el Gobierno Regional no citaba a las autoridades de los pueblos en emergencia, no disponía nada respecto a los trabajos de prevención que se requería en ese momento antes que se desaten las lluvias torrenciales e impidan hacer un trabajo efectivo y defender los cultivos y las viviendas de los pueblos rurales.

Precisamente, el alcalde provincial (e) Julio Cortez coincidió plenamente con el planteamiento del alcalde de Nuevo Chimbote y señaló que habían comprobado personalmente la desidia y el desinterés del gobernador frente a la emergencia que se padecía, recordó que varios comités de regantes llegaron a su despacho en busca de mediación de una ayuda del gobierno regional porque entendían que las lluvias amenazaban con desatar graves daños y perjuicios.

Por ello es que aprovecharon una reunión del CORESEC en Huaraz para buscar dialogar con el Gobernador y plantearle los primeros estragos que padecían los pueblos del interior de la provincia y las inquietudes de los regantes del valle de Nepeña, sin embargo, lejos de atenderlos lo que hizo el Gobernador es salirse por una puerta posterior y cuando llegaron a su despacho sencillamente se negó.

Las indignación de las autoridades se justificaba por donde se mire, los pueblos de Ancash salían de una emergencia hídrica que dio lugar a serios incendios forestales y se dictaron los dispositivos legales para que se ejecuten proyectos, sin embargo, el Gobierno regional no presentó uno solo ante los órganos del ejecutivo en busca de financiamiento, un antecedente que pinta de cuerpo entero su ineptitud y su incapacidad.

Todo este escenario previo obligó a Enrique Vargas a salir de las cuatro paredes de su despacho y ensuciarse los zapatos para llegar a los pueblos que resultaron afectados por los embates de la naturaleza, especialmente los anexos de Jimbe y Moro, así como Nepeña y Samanco, a los cuales llevó la ayuda que dispone el almacén de avanzada de la Región, algo que era lo lógico teniendo en cuenta que los fenómenos naturales se acentuaban en Yaután y Casma, en donde los huaycos también amenazaban las tierras de cultivo de muchos agricultores que están desesperados ante la amenaza latente de un desborde.

En este desplazamiento el gobernador anunció la transferencia de un presupuesto de 6 millones a las cuentas de la Sub Región Pacífico para que atienda la emergencia que se han presentado en todos estos pueblos, una cifra que sin ser importante no deja de ser un aliciente para miles de familias que han resultado damnificadas con las lluvias y los destrozos de los fuertes vientos registrados hace una semana atrás.

Paralelamente, el Ejecutivo citó a los alcaldes de la provincia del Santa porque ante las informaciones que les llegaron de esta zona había dispuesto la entrega de partidas presupuestales instantáneas de los recursos que tiene el programa social “Trabajando Perú” que está adscrito al Ministerio de Trabajo.

Los alcaldes llegaron puntualmente a Palacio de Gobierno, sin embargo, advirtieron que muchas autoridades de otros confines pasaban y ellos fueron relegados, pese a que en nuestra provincia se registraron una serie de daños y destrucciones que requería de una atención inmediata, por lo que se vieron obligados a realizar un Plantón en el frontis de Palacio de Pizarro exigiendo que se atienda prioritariamente a quienes enfrentan los estragos de la naturaleza, como Jimbe, Moro, Nepeña, entre otros.

Aun cuando se trata de partidas de 100 mil soles en efectivo, todo ello sirve para la rehabilitación de pistas, carreteras, para el encausamiento de ríos que se han cargado con las lluvias y para levantar las viviendas de aquella gente que ha quedado en el desamparo por efecto de las lluvias.

Afortunadamente, el Ministro de Trabajo entendió que existen zona en donde se requiere de trabajos inmediatos y recibió personalmente a los alcaldes de la provincia del Santa a quienes ofreció entregar esta ayuda en el segundo paquete, dentro de aproximadamente 15 días cuando retornarán para recibir el efectivo.

Pero se espera que la visita realizada por el Gobernador no sea la única, que entienda que no ha cumplido por el hecho de haber viajado una vez a la zona de emergencia, una autoridad debe estar pendiente de manera permanente que se cumplan sus directivas y para ello tiene que retornar y verificar personalmente que los recursos que ha destinado se apliquen efectivamente. Lamentablemente, esta es una constante en las autoridades, solo reaccionan “a la hora nona”, cuando ya la desgracia ha envuelto a los pueblos y la prevención sigue siendo solo una ilusión. Esperemos que esto cambie algún día.