Tiempo de prevenir:
Los pronósticos del SENAMHI y de otros organismos especializados en meteorología e hidrografía, ya se están haciendo sentir. La costa norte del Perú, en la que se encuentra la región Ancash, estaría en vísperas de enfrentar los embates, no de uno, sino de dos eventos climáticos de considerable intensidad, que amenazan juntarse el verano del 2024: el Niño Costero y el Niño Global.
Por si fuera poco, según lo ha dado a conocer la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica de Estados Unidos, ambos fenómenos amenazan coincidir en el primer trimestre del 2024. El Niño Costero ya está presente y todo indica que se prolongaría hasta el próximo verano, época en la que, según los pronósticos, estaría llegando el Niño Global. De ser así, ambos Niños podrían generar un calentamiento inusual de las aguas del océano Pacífico, con toda la secuela de lluvias, huaycos, derrumbes e inundaciones, de la que ya tenemos ingratos recuerdos.
Por otro lado, los registros históricos que se manejan a nivel internacional, dan cuenta que en los últimos 150 años, se han producido únicamente cuatro de estas coincidencias climatológicas en esta parte del continente americano. La historia está muy bien documentada y es ampliamente conocida.
Ante de esta inquietante predicción, consideramos que el gobierno del Perú ha hecho bien en empezar, con la debida anticipación, a tomar las precauciones que plantea esta anunciada contingencia. Y lo viene haciendo a través del Sistema Nacional de Defensa Civil y de sus respectivos organismos descentralizados. Aquello de que es mejor prevenir que lamentar, es hoy más imperativo que nunca.
En ese cometido, la Oficina Regional de Defensa Civil de la región Ancash ha realizado, recientemente en la ciudad de Huaraz, un primer taller de capacitación en riesgo de desastres, en el que han participado representantes de las provincias de Santa, Casma, Huarmey, Pallasca y Sihuas. Como bien sabemos, estas provincias son las más vulnerables y las que sufren los peores daños cada vez que se presenta este terrible fenómeno climatológico. Un segundo taller, está programado para realizarse en Chimbote el próximo 14 de julio.
El objetivo de estos certámenes es capacitar a los participantes en la elaboración del Plan Regional de Gestión de Riesgo. Lo que se pretende es evitar que, como siempre ha ocurrido, los fenómenos Niño Costero y Niño Global, nos coja desprevenidos. Pues de la correcta elaboración de este plan, dependerá la respuesta de los respectivos gobiernos locales ante los daños que suele causar este fenómeno.
Es lamentable, por ejemplo, que en los últimos eventos, incluyendo el de marzo del presente año, muchas acciones de emergencia y rehabilitación no han podido ejecutarse a tiempo. Pero no por la falta de recursos y presupuesto sino precisamente por la falta de un plan de acción bien elaborado y articulado. Producto de ello, ha sido lamentable ver la descoordinación e incoherencia que se ha producido en la elaboración de expedientes, fichas técnicas y requerimientos.
En más de una ocasión, la Contraloría General de la República se ha visto precisada a llamar la atención de alcaldes y funcionarios, justamente por no ejecutar el presupuesto destinado a las acciones de emergencia. Lo que ha sucedido con el puente Sechín en Casma y la quebrada Solivín del valle de Nepeña, forma parte de esta incoherencia.
En paralelo con la realización de estos talleres de capacitación, sería indispensable asimismo que los organismos que integran el Sistema de Defensa Civil, incluyan en su plan de trabajo una campaña de sensibilización dirigida a la ciudadanía, para que también ésta sepa cómo enfrentar la eventual presencia de ambos niños.