Editorial

NO TIENE VELA EN ESTE ENTIERRO

Comité de Hospital El Progreso:

Alguien tiene que hacerles ver la realidad. En una reunión realizada anteayer en el auditorio de la municipalidad Provincial del Santa, los miembros del denominado Comité de Seguimiento de la Obra Hospital El Progreso, han acordado viajar a Lima, para tocar la puerta del Ministerio de Salud en procura de obtener una audiencia con el titular de esa cartera ministerial.

El objetivo del viaje, según se ha podido conocer, es dar a conocer al ministro del ramo la situación en la que se encuentra la construcción del hospital, una obra que el pasado domingo 2 ha cumplido dos años desde que empezó a ejecutarse, encontrándose paralizada  hasta el día de hoy  con tan solo el 10 por ciento de avance.

Es de presumir que el recién juramentado ministro de Salud, aún no tiene a su alcance toda la información  necesaria como para poder responder, con pleno conocimiento de causa, las inquietudes que llevan bajo el brazo los miembros del comité. Por tanto, es de temer  que la esperada  audiencia, en caso de concretarse,  no sea más que un monólogo o un diálogo de sordos, además de una pérdida de tiempo y esfuerzo. Es decir, un saludo a la bandera.

Cabe precisar que hace ya más de dos meses desde que se constituyó el comité de seguimiento y más de un mes desde que se habló que éste iba a ser acreditado por el Programa Nacional de Inversiones en Salud, PRONIS, entidad encargada de ejecutar la obra. El Comité ha sido formado por el gobierno regional.

Pero, sin la referida acreditación, el comité no es más que un grupo de funcionarios públicos, posiblemente con la mejor intención del mundo, pero solo como representantes de la sociedad civil. El comité, seguirá con su trabajo, pero desde el Pronis no habrá alguna relación a pesar que aquí vino un vice ministro.

No nos considerarnos dueños de la verdad, pero creemos que la suma de esfuerzos debería concentrarse y dirigirse al PRONIS por ser el organismo público directamente responsable de la situación en la que se encuentra la obra del hospital. Y No solamente  los miembros del comité deberían  ponerse al frente de esta iniciativa.

Como dueño de casa, esta expresión de voluntades debería ser encabezada por el propio gobernador regional, el alcalde provincial y, por supuesto, los señores  congresistas. Solo así, ante una férrea demostración de voluntad política, no solo PRONIS sino también el propio ministerio de Salud, se van a ver en la obligación de actuar de inmediato.

Además, no basta con que los responsables de estos organismos escuchen el reclamo del pueblo de Chimbote, cómodamente sentados en sus oficinas de la capital de la República, leyendo documentos, mirando fotografías y escuchando lo que sus asesores les dicen al oído. Ellos están en la obligación perentoria de venir a Chimbote, de ver la gravedad de la situación en el terreno mismo de los hechos y escuchar la voz de la población en vivo y en directo.

Repetimos, por muy buena que sea la voluntad que anima a  los miembros del Comité de Seguimiento, mientras éste no tenga una acreditación oficial, es posible que se mantenga cual un huérfano sin vela en este entierro.