Protesta en exteriores de Módulo Penal:
El día de hoy vuelven a protestar frente al Módulo Penal de Nuevo Chimbote miembros de la congregación evangélica Iglesia del Señor Jesucristo en defensa del pastor César Córdoba Rosales a quien un juzgado penal lo condenó a 5 años de cárcel encontrándolo del responsable del delito de usurpación agravada.
La manifestación de hoy tiene la misma finalidad que la realizada el día martes, es decir que sean escuchado por los magistrados de la Primera Sala Penal de Apelaciones a que revisen bien la sentencia del expediente 02850-2016 para que emitan un fallo justo.
Los fieles evangélicos indicaron que el pastor Córdoba Rosales de ninguna manera es responsable del delito de usurpación agravada que ha denunciado Ray Mendoza Rodríguez porque el inmueble donde funciona su templo evangélico siempre ha funcionado como tal.
Recordaron que el inmueble ubicado en el pueblo joven La Victoria fue adquirido el año 1977 por acuerdo de los socios integrantes de la mencionada congregación para tener su templo donde realizar sus prácticas religiosas. Uno de los socios fue el padre del denunciante, siendo este quien tiene acceso a los documentos y modifica el padrón de socios con intenciones de apoderarse del templo y tratar de meter preso al pastor.
Consideraron que el primer juicio estuvo muy bien llamado a cabo y es así que la justicia declaró inocente al pastor César Córdoba, sin embargo, tras la apelación formulada por el denunciante la resolución de sentencia absolutoria fue declarada nula en la instancia superior que a su vez ordenó nuevo juicio. En este nuevo juicio fue encontrado responsable.
Los fieles evangélicos consideran que mucha de la responsabilidad para que César Córdoba sea encontrado responsable es del defensor público Joel Pérez Casaverde que no presentó las pruebas que en el primer juicio otro abogado defensor público si los presentó y con los que fue absuelto el procesado.
En este sentido consideran que el mencionado defensor público ha ocasionado indefensión en el sentenciado y este aspecto es lo que también pide que analicen los magistrados de la Primera Sala Penal de Apelaciones.
“No somos delincuentes, predicamos la palabra de Dios y por eso no pueden meter preso al pastor”, sentenciaron finalmente.