La gerenta de agroexportaciones de la Asociación de Exportadores (ADEX), Claudia Solano Oré, estimó que los despachos al exterior de las pasifloras (maracuyá y granadilla) cerrarían este año en US$ 70 millones 766 mil, lo que significaría un crecimiento de 15.6% en comparación al 2022 (US$ 61 millones 211 mil).
Fue durante su exposición ‘Perspectivas del cultivo de granadilla y maracuyá en Perú’, durante el ‘I Congreso Internacional de las Pasifloras del Perú’, realizado en Barranca con el apoyo del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), y que tuvo como objetivo fortalecer las capacidades de los integrantes de ambas cadenas y promover su recuperación, pues desde hace años enfrentan una serie de factores que les impiden aprovechar las oportunidades.
“Los envíos de maracuyá pasarían de US$ 60 millones 473 mil en el 2022 a US$ 70 millones 007 mil este 2023, en tanto, los de la granadilla de US$ 738 mil a US$ 759 mil. Se incrementarían 9% y 5%, respectivamente”, detalló.
Destacó que ambas frutas del género pasifloras son requeridas por la industria alimentaria y cosmética. “También forman parte de la canasta de los superfoods. Existe un aumento del consumo de frutos exóticos, como la maracuyá y granadilla a nivel internacional, usados en la elaboración de bebidas ready to drink y el sector bares y Horeca” afirmó.
La exportación de maracuyá incluye jugos, concentrados y pulpas que llegan a Países Bajos, EE.UU., Francia y Chile; mientras que en el caso de la granadilla resaltan los refrescos y la fruta fresca. Se envían a Chile, Guatemala, Italia y España.
“La granadilla y maracuyá frescas tienen acceso a más de 20 países y este año se abrió Argentina a nuestra granadilla, lo cual supone nuevas oportunidades, pero para ello se deben superar ciertos aspectos”, aseveró Solano Oré.
Enumeró los problemas surgidos por la aparición de plagas y enfermedades a raíz de los fenómenos climatológicos. En esa línea, resaltó que gracias la nueva firma de renovación del convenio entre ADEX e INIA se retomarán las actividades de fortalecimiento de la cadena productiva de la maracuyá y se incluirán trabajos de investigación con miras a atender las problemáticas de la granadilla.
INIA
El jefe del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), Jorge Ganoza Roncal, destacó a Barranca como la mayor zona productora de maracuyá; sin embargo, recordó que este cultivo se inició en la selva peruana, por lo que sugirió reiniciar la siembra de esta pasiflora en esa parte del país.
A su turno, el presidente del comité de Frutas y Hortalizas del gremio, Elkin Vanegas, mencionó el trabajo del sector público y privado a fin de impulsar las pasifloras, que hasta hace 15 años no tenían un posicionamiento en los mercados internacionales.
Luego de destacar a La Libertad, Lambayeque, Lima y Áncash como las principales zonas productivas de maracuyá y agregar que incluso tendría un buen desempeño en zonas de altura, resaltó que esa cadena impulsa la economía local y aporta a la cultura gastronómica del país. “Involucra a más de 8 mil familias y 50 mil empresas”, precisó.